El Huesca cumplió su desafío al FC Barcelona con un tanto en el minuto tres, pero la reacción azulgrana lo acabó rompiendo y hubo goleada en el Camp Nou. Ocho dianas locales y dos visitantes en un festival de ocasiones culés, con gran rendimiento a nivel colectivo y una exhibición individual del de siempre. Leo Messi fue el director de una orquesta que estuvo bien afinada, y se quedó con dos goles y dos asistencias.

La respuesta de los hombres de Ernesto Valverde al golpe tempranero del Cucho Hernández fue algo precipitada, pero se ordenó con el paso de los minutos y, sobre todo, con el lujo que valió el empate del argentino. Hasta cuatro futbolistas tocaron el cuero antes de entregárselo al '10', al que simplemente hay que dejarle hacer. Amago, recorte, tiro con la derecha y gol. Así de sencillo.

Los catalanes disfrutaban a medida que se abrían huecos en las defensas aragonesas, y algo acostado en la banda izquierda, hubo momentos en los que dejó hacer. En cuanto tocaba la bola, el ritmo aceleraba, y eso se notó incluso más en una segunda mitad, en la que los suyos demarraron y pusieron tierra de por medio en el electrónico.

Leo 'jugueteaba' en la zona de creación con Philippe Coutinho, y casi cada intervención acababa en ocasión. De sus pies salieron las asistencias que precedieron al golazo de volea de Ivan Rakitic y al séptimo, de Jordi Alba, y en una contra a pase del brasileño, encaró a un defensa y superó a Axel Werner con un tiro sutil y colocado. De nuevo, así de sencillo, y es que con Leo Messi no se puede hacer más que aplaudir.

La alegría pudo incluso ser mayor de no ser por los habituales postes, que volvieron a negar algún tanto a los de casa. Nada más arrancar la reanudación, su disparo con potencia -de nuevo a pase de Coutinho- lo sacaron entre el portero con la cara y el travesaño, y en el primer tiempo una de sus conexiones con Ousmane Dembélé la envió el galo a la cruceta. De momento, ya es pichichi y el Barça es líder, aunque seguro que tiene ganas de desempatar con Karim Benzema y el Real Madrid.

Leo Messi aparece cuando el Barça lo necesita

En una temporada en la que su ambición le pide más títulos, Leo Messi empieza a disfrutar de estar muy bien acompañado. Si el Barça le necesita, aparece, y si no, deja a sus compañeros hacer, que en su caso significa brillar con una facilidad pasmosa. Ya advirtió en el Gamper que estaba motivado, y Ronaldinho certificó que esta es la mejor receta para el éxito. "Si el mejor del mundo está motivado... Entonces creo que el Barça puede hacer algo muy grande". Palabra del '10'.