Leo Messi, rotundo: Quiere ganar otra final y asume las culpas por la Champions

Había muchas ganas de ver a Leo Messi en su primera rueda de prensa con el FC Barcelona en cuatro años, y el argentino no decepcionó. El capitán asumió responsabilidades y fue muy claro ante los medios de comunicación, defendiendo a la plantilla tras una gran temporada manchada por un borrón doloroso en Europa. A las puertas de otra final, el de Rosario tiene claro el remedio: Toca volver a ganar.

Esta fue la consigna que el '10' quiso recalcar desde el primer momento, y es que pese a que esta competición habitualmente se tiene por un título menor, el vestuario no la considera así y quiere que vuelva a lucir en las vitrinas del Camp Nou: "La verdad que tranquilos, como siempre, preparando la final como con cada partido, con la importancia que tiene por ser una final. Fue una Copa donde tuvimos grandes partidos y enfrentamientos y hay que dar la importancia que tiene".

"Fue un golpe muy duro el que recibimos en la Champions y al vestuario le costó levantarse, se vio en el siguiente partido que nos tocó jugar. Fue durísimo, la verdad. Sí, fue duro. Y nada, esto es una final, es un título, tenemos la posibilidad de hacer un doblete, terminar bien dentro de lo que cabe el año y hay que ganar como todas las finales que jugamos", explicó, sin esconderse tampoco en las preguntas sobre la debacle europea.

Después de unas semanas muy calientes entre reproches, análisis y un evidente malestar, el rosarino dio la cara por el entrenador, una figura muy dañada a la que quitó responsabilidades: "Si te soy sincero, la verdad es que no vi mucho, escuché, me dijeron de las críticas sobre el míster, pero sinceramente creo que el míster hizo un trabajo impresionante todo este tiempo que estuvo, creo que en la eliminación con el Liverpool no tuvo culpa prácticamente de nada".

"Nosotros somos los únicos culpables, sabíamos que no nos podía pasar lo mismo y nos pasó. Fue lamentable la imagen que dimos. Puede pasar un año, pero ya dos años... Poder estar en una final de Champions y no hacerlo es impermitible. Y obviamente que el míster tendrá parte de culpa como la tenemos todo el vestuario, pero quienes más somos nosotros", advirtió, e insistió en que no le gustaría que el terremoto acabara con un cambio en el banquillo.

"La Champions fue un golpe duro, pero debemos aparcar la desilusión y podemos ganar un doblete"

"Me gustaría que Valverde fuera el entrenador el año que viene, sí, la verdad es que sí. El año pasado quedó manchando por la eliminación que fue, pero obviamente por este deja una mancha mucho más grande. En dos años se perdieron dos partidos, que nos marcaron muchísimo, más que la derrota por cómo fue la derrota, pero el resto fue bueno", valoró, resaltando que pese a los dos batacazos lo importante es observar el rendimiento con un punto de vista más amplio.

Cuestionado sobre el partido en Anfield, Messi realizó un breve análisis, y señaló el mayor error del Barça: "La verdad es que no me puse a repasar el partido, pero con lo que viví en ese momento, sé que fue muy similar a lo de Roma. Entramos y rápidamente nos hacen un gol, empieza a trabajar la cabeza, que no puede pasar lo de Roma otra vez, reaccionamos bien, porque el primer tiempo no fue malo del todo, pero en el segundo no competimos. Sólo hubo un equipo dentro de la cancha, ese fue el mayor error. Lo peor y que no podemos perdonar es que no competimos. Nos dejamos pasar por arriba".

El atacante admitió que pase lo que pase en la final del Benito Villamarín, la campaña acabará con un sabor extraño, pero insistió en varias ocasiones en que la única reacción posible es obtener una nueva victoria. También le preguntaron directamente por su promesa de que quería conquistar la Champions, y no se arrepiente de nada: "No me arrepiento de haber dicho la frase. No prometí traerla, sino no haber competido por ella, por eso pedimos perdón, no por traerla".

"Somos conscientes de que eso es una final, es un título más y obviamente no ganar esta final sería muchísimo peor de lo que estamos ahora. Hay que acabar bien y dejar al lado lo que vivimos, e intentar de cualquier manera aparcar la desilusión. Es una final y tenemos que tener la cabeza ahí, vivirla, jugarla como lo que es y no pensar en nada más. Es un rival muy complicado, nos conocemos mucho y no ganamos ninguno de los dos este año. Si no salimos con la actitud que debemos, el Valencia te puede hacer mucho daño", concluyó el capitán, que a lo largo de su intervención también reflexionó sobre algunos asuntos de carácter personal.

Messi no quiere hablar de fichajes y confirma que no se plantea marcharse

En las preguntas sobre temas personales, Messi estuvo mucho más escueto, pero aun así dejó varios titulares. El argentino aclaró que pese a las molestias en el pubis que arrastra desde el mes de enero, considera que está al 100%, y advirtió que la Bota de Oro no es un objetivo que haya pasado por su cabeza, ya que la Champions y la Copa son dos temas mucho más importantes.

"Llevar el brazalete... Fue un año espectacular para mí, donde fue donde ganamos la Supercopa, LaLiga, final de Copa, levantar los tres titulos... Creo que hicimos un gran año sacando el partido en Anfield, que estropeó todo el gran año que habíamos hecho. Sigo teniendo ganas de estar aquí, más allá de la decepción. También las tuve con la selección argentina y lo sigo intentando. El hecho que hayamos tenido decepciones no cambia nada", comentó cuando fue cuestionado sobre su retirada.

Por último, descartó hablar de fichajes antes de arrancar el mercado, y no quiso 'mojarse' sobre Antoine Griezmann o la posible reforma de la plantilla. "Estamos tristes, pero no soy quien debe decir si hay que hacer cambios. Eso le corresponde a otro", contestó, y apenas se entretuvo cuando le mencionaron al francés, una intervención que aparcó sin dar tiempo a réplicas.