Durante los próximos días, Cristiano Ronaldo acapará todas las portadas y abrirá todos los programas deportivos tras el Balón de Oro 2017 cosechado este jueves. Sin embargo, los premios individuales son, en un pequeño porcentaje, subjetivos. Más allá de números y títulos, hay unas preferencias personales que acaban decantando la balanza en favor de unos u otros. Cristiano es un grandísimo futbolista, pero cuesta entender que haya empatado a Leo Messi en número de Balones de Oro.

¿Por qué? Porque no es ningún secreto que que Leo Messi está a otro nivel, y no sólo de Cristiano, sino seguramente de todos los futbolistas que se han calzado las botas con anterioridad. Quizás Maradona, Cruyff o Pelé, en su clímax, llegaron a igualarle, pero ninguno fue capaz de mantenerse en un nivel tan sublime durante tantos años seguidos. Esa sea seguramente la gran virtud del argentino, que lleva una década impresionando.

Messi ha ido perdiendo -quizás- algo de velocidad y capacidad letal de cara al gol en comparación a sus inicios, pero ha ganado visión de juego e inteligencia táctica. En el actual panorama futbolístico hay pocos jugadores capaces de entender un partido cómo él. Dónde colocarse para poder tener un impacto positivo en el juego del equipo es difícil y Leo lo ha transformado en algo rutinario.

Cristiano es simplemente -que no es despectivo- un goleador nato. Un depredador que no suele fallar, a excepción de esta temporada 2017-18. De cara a portería pocos suelen definir como él, pero su aportación a nivel colectivo se reduce en exceso a eso. No es aquel jugador desequilibrante de hace años que maravillaba en el United. Tiene velocidad, pero cada vez se ha aclimatado más a estar en el área, no en una banda.

Neymar, el heredero de ambos

Y, si hay un futbolista que puede dominar el fútbol en un futuro es Neymar. Mágico y desequilibrante, aunque puede que todavía le falte mejorar en lo que respecta a actitud. El brasileño hace cosas con el balón que parecen de fantasía. Pero le falta esa voracidad goleadora de los otros dos y, en comparación con Messi, necesita mucha más humildad.

En definitiva, Cristiano se he llevado el Balón de Oro 2017, pero los que entienden de fútbol saben que Messi está un peldaño por encima. No es desprestigiar al luso, simplemente reconocer niveles distintos. Uno nació para jugar al fútbol; el otro se ha convertido en jugador de fútbol.