El FC Barcelona encaraba este domingo su primer partido liguero del año, y con pocas rotaciones en el once se ha apuntado una victoria frente al Levante. Los catalanes siguen creciendo en sensaciones, y además de fichajes y futbolistas recuperados, tienen en su plantilla al arma definitiva, Leo Messi.

Porque el de Rosario ha vuelto a ser el mejor sobre el césped del Camp Nou, en el que era su partido número 400 en LaLiga. Según las estadísticas oficiales del club, el argentino lleva la friolera de 365 goles y 144 asistencias, una muestra de que en el campeonato de la regularidad también es una verdadera amenaza.

Pero la actuación de Messi va mucho más allá de los números, y es que del delantero, como ya describió Ernesto Valverde hace unos días, canaliza el juego del Barça. Aunque los de Juan Ramón López Muñiz se han esforzado en contenerle con dureza, de sus botas han salido algunas de las jugadas más brillantes del encuentro.

No sólo ha abierto la lata con una diana para enmarcar, sino que han sido constantes sus caracoleos, sus regates imposibles y un sinfín de pases y combinaciones que han vuelto loca a la defensa 'granota'. De hecho, en el último tanto de los culés, el '10' ha realizado un soberbio eslalon en el área que ha acabado con un pase de la muerte que ha recogido Paulinho. Una vez más, tremendo.

Reforzado

Después de tirar del carro durante la primera parte de la temporada, Leo Messi ha recibido en los últimos meses la ayuda que necesitaba. Además de un conjunto que ha ido creciendo con el paso de los partidos, Ernesto Valverde tiene un vestuario lleno de lujos. Con Suárez recuperado de sus molestias, Dembélé de vuelta o Coutinho recién llegado, este equipo promete muchas alegrías.