Lucho, con la lección aprendida tras la debacle de Balaídos

Parece que en la cabeza de Luis Enrique aún perdura el recuerdo de esa goleada encajada la pasada temporada ante el Celta de Vigo (4-1). Quizás más que en el imaginario colectivo de la afición celtiña, que ese día se lo pasó en grande con la exhibición de los Nolito, Aspas y Orellana. Un día triste para los culés que tuvieron que sufrir un correctivo parecido al que semanas antes habían recibido en San Mamés, ante el Athletic Club y en la Supercopa de España (4-0).

Por ello, el entrenador blaugrana está centrado en que de ningún modo vuelva a suceder algo parecido. Sabedor de que no puede dejarse ningún punto en el campeonato liguero, "Lucho" podrá optar por rotaciones pero racionadas. Y es que aquel 23 de septiembre de 2015 el equipo culé cayó goleador con su equipo titular salvo Jordi Alba y Rakitic, que fueron los únicos que se quedaron en el banco. Ahora, con una profundidad mayor y mejor de éste, Luis Enrique tratará de encajar las piezas correctas.

Para el encuentro los culés buscarán ser "mas efectivos" de lo que fueron aquel día, que en palabras de su míster no supieron materializar las ocasiones que tuvieron. Además, el entrenador también estudia diferentes variantes tácticas para enfrentar de la mejor de las maneras al equipo de Eduardo Berizzo que tan buen fútbol hace. Una de las opciones es volver a darle la titularidad a Rafinha en la línea de ataque, volviendo el hispanobrasileño a jugar ante el equipo en el que estuvo cedido en la 2013-2014.

Por su parte, los gallegos llegan al partido con la moral por los aires, tras ganarle al Panathinaikos en la Europa League dos a cero y haber recuperado el buen rumbo tras sus tres primeras derrotas ligueras. Ahora, con dos empates y tres victorias, asumen con más tranquilidad y sin nerviosismo el encuentro ante los catalanes. No serán un rival fácil, ni mucho menos.