Carles Pérez fue uno de los grandes protagonistas de la victoria del FC Barcelona contra el Real Betis (5-2) en el Camp Nou. El extremo catalán tenía la difícil misión de jugar por la banda de Leo Messi y su rendimiento fue extraordinario, mostrándose vertical, rápido y eléctrico. Su gran actuación la rubricó con un gran gol que supuso el 3-1.

Tras el encuentro, el delantero de Granollers aseguró que estaba muy contento por haber marcado su primer gol en el Camp Nou. "Mi objetivo era ayudar al equipo lo mejor posible a lo largo del partido. Y se ha conseguido. Estoy muy contento. Recibí el pase hice un buen control y pude marcar y lo más importante lo pude celebrar con la afición. Eso es especial", comentó a los medios del club catalán. 

Carles Pérez explicó que, a medida que el partido avanzó, se fue soltando en cada una de sus acciones. "Debutar en el Camp Nou es importante y más para un jugador como yo que viene de la casa. ¿Mi partido? Pienso que he ido de menos a más. Al final, pudimos ganar con buen juego y yo colaboré con un gol. Realmente estoy muy contento", dijo.

Pese a su partidazo, Carles Pérez sabe que deberá seguir trabajando para ganarse el puesto cuando Leo Messi, Luis Suárez y Ousmane Dembélé vuelvan de sus respectivas lesiones. "Hay que tener los pies en el suelo. Ahora lo celebraré con la familia, los amigos, en definitiva la gente que me quiere. Pero mañana tocará un nuevo entrenamiento y hay que seguir trabajando", sentenció.

¿Un problema para Dembélé?

Carles Pérez fue uno de los jugadores más destacados del FC Barcelona en el partido contra el Real Betis. Pese a sus 21 años, el canterano mostró descaro y dejó claro que la camiseta azulgrana no le queda grande pese a la presión que conlleva vestirla. No se cansó de encarar, fue un puñal pos su banda e intentó marcar su gol hasta que lo consiguió.

Todo ello significa que a Ousmane Dembélé​ le ha salido un nuevo competidor en la delantera. Un extremo que también desborda, que también es rápido y que tampoco le importa quién tenga delante. Bendito problema para un Ernesto Valverde que deberá gestionar una situación en la que cuenta con múltiples atacantes de gran nivel.