Messi, el más listo de la clase para asistir a un Luis Suárez 'resucitado'

Costó, pero al final llegó. Luis Suárez no marcaba desde la jornada 19 contra el Espanyol en Cornellá-El Prat, pero este sábado se desquitó ante un Celta de Vigo que no pudo detener las embestidas del FC Barcelona en el primer tiempo. El conjunto azulgrana, con Leo Messi a los mandos, salió muy enchufado y encontró una gran profundidad desde el principio, tanto en las bandas como entre líneas.

Arturo Vidal provocó una falta en los aledaños del área de Rubén Blanco en el minuto 19, y Leo Messi cogió rápidamente el balón para colocarlo en el punto marcado por el árbitro, Cuadra Fernández. El Celta colocó un defensor junto a cada uno de los palos, además de la barrera clásica, disminuyendo así las posibilidades de Messi de sorprender con su disparo.

Pero si algo tiene Messi, y que justifica que sea el mejor futbolista del mundo, es una inteligencia futbolística sobrenatural. El '10' leyó la situación de forma perfecta y colocó un centro medido a Luis Suárez para que éste, con un giro de cuello, rematase de cabeza al fondo de las mallas. Gol número 15 del uruguayo esta temporada con el FC Barcelona, el decimosegundo en Liga.

La diana permite, además, que Luis Suárez vuelva a ser en solitario el segundo máximo realizador del equipo, teniendo en cuenta la suplencia de Griezmann en Balaídos. El delantero charrúa jugó sus mejores minutos tras el confinamiento en tierras gallegas, combinando a la perfección con sus compañeros y arrastrando a los defensores con sus desmarques.

Messi, a punto de marcar en el primer tiempo

En cuanto a Leo Messi, se le siguió resistiendo el gol 700 de su carrera futbolística en el primer tiempo. Dispuso de una ocasión clarísima con un disparo desde la frontal del área, pero se le fue algo desviado. El '10' se tiró al piso fruto de la frustración, aunque rápidamente sonrió irónicamente y fue levantado por Rakitic, que le tendió la mano para continuar asediando al Celta.

El FC Barcelona podría haberse ido al descanso con más de una diana a su favor, pero no estuvo lo suficientemente preciso y la ventaja mínima al descanso provocó que, al inicio del segundo tiempo, los culés debieran mantener el nivel de exigencia para no perder la cara al partido. Porque a un equipo como el Celta, en su campo, nunca se le pueden hacer concesiones.