Ningún jugador del FC Barcelona se ha 'salvado' tras la eliminación de la Champions League en fase de grupos. Ni los futbolistas, ni el entrenador o cuerpo técnico y tampoco desde las oficinas. La nueva 'humillación' del Barça es un resumen de lo que vive el club y es una realidad innegable. Ahora queda ver cómo reacciona el equipo y si puede haber algún cambio positivo, pero de momento solo queda espacio para el análisis, la autocrítica y un nuevo 'baño' de realidad, el onceavo desde la temporada 2015-2016.

Todo el cuadro azulgrana fue un despropósito en el Allianz Arena y quedó la sensación de que si el Bayern necesitaba anotar 8 goles, lo podía hacer sin problemas. No hubo resistencia alguna y otra vez, como siempre, la defensa y el ataque quedaron en el ojo del huracán. Cerca del área de Ter Stegen se ubicaron Araújo, Piqué, Lenglet y Jordi Alba, pero el lateral izquierdo tuvo que retirarse por lesión a la media hora de partido. Òscar Mingueza entró a sustituirle y quedó como uno de los grandes señalados de la enésima humillación del Barça en Europa.

No hay dudas, ni se puede negar, que Mingueza es un central muy destacado y que el año pasado 'salvó' al Barça cuando más carencias tenía en el eje de la defensa. Sirvió de 'apaga fuegos' y un jugador con mucho carácter que invitaba a la ilusión. Como central es destacable, demasiado si se quiere, pero como lateral es una 'catástrofe', tanto por la derecha como por la izquierda: es incapaz de 'aguantar' a sus rivales. Y lo ha comprobado una y otra vez en esta temporada. Contra el Bayern no ha sido la excepción. 

No ha sido el único culpable, cabe recordar, pero su continuidad en el Barça está en un punto complicado porque no tiene hueco en el equipo. Y de allí no hay más de dónde 'sacar'. En la acción del primer gol, después de que Robert Lewandowski burlara a placer a Gerard Piqué, envió un centro al área donde esperaba Thomas Müller a la 'cobertura' de Mingueza y Lenglet, con el lateral justo detrás de él. No saltó, no buscó defender el balón. Se quedó esperando. El mismo caso con el francés. El atacante del Bayern cabeceó a placer para poner el 1-0. 

Es una historia que se repite partido tras partido, en diferentes zonas del área y con más o menos dudas. Pero pasa todas las noches. Mingueza está muy lejos de ser ese jugador que ilusionó en su comienzo, por la posición o la confianza, pero dejó de serlo. Y ahora, con el panorama abierto para la 'operación limpieza' que quieren desde las oficinas del Camp Nou, no resulta descabellado la posibilidad de que el futbolista de 22 años abandone el club. 

¿Posible salida en enero? 

Ahora queda esperar a conocer si Xavi Hernández cuenta o no con él. Cabe recordar que a finales del mes de abril de este año, el FC Barcelona hizo efectiva la opción de extender su contrato hasta el 30 de junio de 2023, otorgándole una cláusula de rescisión de 100 millones de euros. En su momento, la confianza desde las oficinas ha sido máxima, pero se posiciona en la puerta de la salida por dos motivos: no rinde como es debido y tampoco tiene 'hueco' como central... Falta el desenlace final.