La novia de De Jong admite su difícil adaptación

Frenkie de Jong es de aquellos jugadores​ que el FC Barcelona seguía desde hacía muchos meses antes de su desembarco en el Camp Nou. Su perfil de juego, de centrocampista organizador, ideal para iniciar el juego en un estilo de posesión, hizo que la dirección deportiva culé le siguiese incluso antes de su explosión. Algo que llegó la temporada pasada con su gran rendimiento en el Ajax.

Su campañón en el equipo de Ámsterdam no pasó desapercibido para los grandes equipos europeos, que se metieron en la puja e hicieron pagar al Barça las dudas que tuvo en un inicio para cerrar su contratación antes de que se convirtiese en una pieza mediática de 75 millones de euros de precio. Al final, los azulgranas consiguieron cerrar su fichaje tras ganarle el pulso al Paris Saint-Germain.

Ya hace unos meses que De Jong vive en Barcelona junto a su pareja, Mikky Kiemeney. De hecho, en una columna para la revista Glamour, la novia del mediocentro culé explicó que su adaptación a su nueva vida en la Ciudad Condal no fue fácil y que le llevó su tiempo. “Encontré algunas dificultades en los primeros dos meses en Barcelona”, manifestó.

La joven empresaria holandesa admitió sentirse desubicada al principio, aunque ahora se siente bien. “Estaba en una ciudad desconocida sin amigos ni familiares, y la vida de Frenkie comenzó de inmediato con el equipo. Tenía que comenzar mi vida allí, pero no tenía idea de por dónde empezar”, dijo, añadiendo que “me tomó un tiempo, pero Barcelona también es mi ciudad ahora, estoy empezando a sentirme como en casa”.

Kiemeney reconoció que el apoyo de De Jong fue muy importante para superar los primeros meses de desconcierto lejos de su ciudad. “Frenkie es súper cariñoso y cuando me sentí mal, en esos momentos fue muy dulce conmigo, me llevó a cenar, a la playa”, dijo, agregando que “conozco a Frenkie y él a mí. Él es mi amigo. Nuestra relación es igual. Nos complementamos bien”, sentenció.

La primera temporada de De Jong

La primera temporada de De Jong en el Barça no ha sido precisamente la que él hubiese soñado. El holandés se ha mostrado demasiado tímido en numerosas ocasiones y le ha costado adaptarse a su nueva posición de interior. En el Ajax, jugaba en doble pivote junto a un mediocentro que le cubría las espaldas y en el Camp Nou está obligado a adelantarse unos metros y ser más vertical. No obstante, ha mostrado grandes destellos de calidad y ha sido indiscutible, por lo que su futuro es esperanzador.