Luis Suárez vuelve a sonreír. Después de algunos partidos grises ante Leganés, Sevilla y Athletic, el delantero uruguayo completó una gran actuación este sábado frente al Celta de Vigo en Balaídos. Un estadio donde nunca había marcado, y que fue el escenario de su 'resurrección' deportiva gracias a un doblete con mucho mérito, también, de Leo Messi.

Corría el minuto 67 de partido cuando el FC Barcelona, en los aledaños del área rival, robó un balón vital. Messi recuperó la posesión del esférico y conectó con Luis Suárez, quien fijó a su defensor y, con un reverso, se orientó el disparo sin necesidad de tocar la pelota. Tirándose al suelo y con un punterazo, el ariete charrúa consiguió batir por segunda vez en la tarde a Rubén Blanco, que hizo la estatua.

El FC Barcelona se había sacado de encima la presión tras el gol del empate de Smolov, un cuarto de hora antes, tras un error defensivo de Rakitic. Pero después de marcar el segundo gol, los culés cometieron el error de confiarse de nuevo y el Celta aprovechó el más mínimo resquicio de esperanza para lanzarse al ataque en busca, de nuevo, del empate.

Al final, los blaugrana tan sólo arañaron un punto de Balaídos, y gracias. Porque, tras el gol de falta de Iago Aspas, Nolito dispuso de una ocasión clarísima para regalar los tres puntos al conjunto celeste. Por fortuna, no orientó bien el disparo y Ter Stegen estuvo muy atento para detener el balón. Luis Suárez, en definitiva, se marchó de regreso a Barcelona con la sensación agridulce de haber marcado dos goles, en parte, estériles.

Sensaciones contradictorias para Suárez y el Barça

Ya acumula 16 dianas y es el tercer doblete que anota esta temporada, a pesar de no haber jugado desde el mes de enero por culpa de la intervención quirúrgica a la que fue sometido. La recuperación futbolística del uruguayo es una noticia muy positiva para el Barça de cara a los próximos partidos, empezando por el duelo ante el Atlético de Madrid del próximo martes en el Camp Nou.

También lo fue la aportación de Ansu Fati y Riqui Puig contra el Celta, aunque estas buenas sensaciones no sirvieron para sumar los tres puntos en un campo que se está convirtiendo en un infierno. El Barça no gana en Balaídos desde 2013... Y Iago Aspas ya ha marcado en las últimas cinco visitas de los culés. Toca reflexión y autocrítica para ver qué se puede mejorar de cara a los próximos duelos, que deberán contarse por victorias.