Antoine Griezmann llegó al FC Barcelona como fichaje 'galáctico' y como el hombre que debía dejar atrás la dependencia goleadora del equipo en los tantos anotados por Leo Messi y Luis Suárez. Por el momento, el francés no está consiguiendo sacar su máximo potencial y le está costando adaptarse. Pese a que es el segundo goleador culé​ -empatado con el uruguayo, lesionado, con 14 goles- no tiene la influencia en el juego que se le presuponía.

No tenemos que olvidar que Griezmann llegó al Camp Nou para ser un jugador clave dentro del equipo y no son pocos los que temen que se repita un 'caso Coutinho' con el francés. No obstante, Quique Setién no ha destapado una vía que puede hacer que sí ofrezca una versión parecida a la que ofrecía en el Atlético de Madrid: retrasar su posición al centro del campo.

Recordemos lo que hizo triunfar a Griezmann en el Wanda Metropolitano: sus llegadas por sorpresa desde segunda línea para marcar, sus asistencias, su capacidad de asociación, su visión de juego y su necesidad de intervenir en la mayoría de jugadas de ataque. A todo ello hay que sumar su capacidad de sacrificio defensivo y su inteligencia táctica, que le convierten en un jugador muy válido para complementar la medular.

De hecho, en los informes previos al fichaje del 'principito', ya se contemplaba la posibilidad de que jugase como centrocampista. Griezmann es un jugador de amplio recorrido y lo demuestra partido sí y partido también con la de kilómetros que recorre para presionar y defender. Estamos hablando de un verdadero 'fondista', por lo que no es descabellado que Setién pueda probarle en posiciones más retrasadas.

En ese caso, Ansu Fati recobraría el protagonismo que ha perdido durante las últimas semanas y Martin Braithwaite también crecería en importancia. De hecho, tanto el bissauguineano como el danés han demostrado que tienen una gran conexión con Leo Messi y que entienden bien el juego de ataque culé. Algo que Griezmann, pese a sus goles, no acaba de lograr.

Griezmann no ha funcionado ni de extremo ni de delantero centro

Tanto en la etapa de Ernesto Valverde en el banquillo como en la actual de Setién, Antoine Griezmann ha podido jugar en las posiciones de ataque: extremo derecho, extremo izquierdo y, tras la lesión de Suárez, delantero centro. En ninguna de ellas ha sacado a relucir el potencial que sí mostraba en el Wanda Metropolitano, por lo que probarle en el centro del campo puede ser una alternativa viable.