Nélson Semedo habló con el diario 'The Telegraph' sobre su pasado en el FC Barcelona y Leo Messi. El portugués, que dejó el Camp Nou el pasado verano para marcharse al Wolverhampton, pasó tres años en el Barça, pero nunca llegó a cumplir con las expectativas que había en torno a él. Se esperaba que fuera el sustituto natural de Dani Alves, pero ni siquiera logró asentarse en el costado diestro y Sergi Roberto le comió la tostada en muchos momentos.

El luso reconoció que fue el propio club quien le abrió la puerta de salida y que no dudó en marcharse a la Premier League. "En el fútbol todo puede pasar, pero me sorprendió cuando me dijeron que podía salir. Fue una gran decisión venir al Wolves. No me lo pensé dos veces", afirmó. El carrilero explicó, además, los motivos que le dieron desde el conjunto barcelonista para que se buscara un traspaso.

"Cuando volví de vacaciones, fui a Barcelona con mi familia y hablamos con el club como es normal. Me explicaron que tenían problemas económicos y que yo era uno de los jugadores por los que el club podía sacar dinero. Había muchos en esta misma posición como Suárez, Vidal o Rakitic. Con la Covid-19, todos los clubes tienen problemas financieros. Ya no son tan fuertes al no poder tener seguidores en el estadio. En Barcelona, la gente no podía entrar ni en el museo", destacó.

Por otro lado, se refirió a lo que significó entrenar con Leo Messi cada día y contó una curiosa anécdota del '10'. "No tengo palabras para describir lo bueno que es. Además, ¿sabes lo que le hace más increíble? Que nunca le vi tirar faltas en los entrenamientos en todo el tiempo que estuve en Barcelona. Nunca lo hizo. El resto siempre practicábamos pero Messi nunca lanzó una falta. Para él, era algo que le salía natural. Es un jugador increíble, es inexplicable", dijo, rindiéndose a él.

Semedo, que siempre tuvo una buena relación con el rosarino, incluso admitió que el delantero hacía que los buenos jugadores parecieran malos a su lado. "En uno de mis primeros partidos en el Barcelona, cogió el balón y se fue de hasta cinco jugadores. Inconscientemente, estaba en el campo y pensé: '¿Cómo puede este tipo hacer esto? Hace que los jugadores buenos parezcan malos...'", bromeó.

Semedo, feliz en el Wolverhampton

Por último, destacó lo contento que está en el Wolves y lo sorprendido que quedó con cómo es el club por dentro. "Ha sido una muy buena experiencia y este es un club con buenas ambiciones y buenos jugadores. Sinceramente, los Wolves me sorprendieron por la organización, la estructura del club y la forma de ser del equipo. Ya sabía que el equipo tenía buenos jugadores pero es mejor de lo que me había imaginado", finalizó.