En la noche de este domingo, LaLiga 2017-18 vio los primeros pasos del Barça, y en un partido de poco brillo contra el Betis, los canteranos azulgrana se encargaron de poner las luces. Uno de ellos fue Sergi Roberto, que dio toda una lección al Camp Nou de lo que significa ser un centrocampista total.

El canterano lleva tiempo señalando que ceder a los deseos de la Premier o de la Juventus sería un error, y que sus 40 millones de cláusula se quedan muy cortos vistas las sensaciones que deja sobre el césped. Ante un Betis muy acertado en defensa, el de Reus fue interior, extremo, media punta y delantero, todo sin olvidar sus tareas de desgaste en la medular.

Porque arrancando desde la posición de Iniesta, el catalán creó peligro con sus arrancadas por la izquierda, descolgándose con peligro hacia la portería pero sin descuidar las ayudas defensivas. Además, su notable condición física le permitió encabezar la presión de los catalanes, recogiendo el testigo de Messi, liberado en la media punta, y de Luis Suárez, al que imitó siendo el hombre más adelantado a la hora de defender.

Claridad y gol

Pero no sólo en el físico se quedan las virtudes de Sergi Roberto, y es que el futbolista también demostró que es escuela Barça con su acertada selección de pases. A punto estuvo Deulofeu de abrir la lata con una asistencia del de Reus, pero finalmente fue a la inversa, ya que recogiendo un pase del de Riudarenes el centrocampista se estrenó como goleador en LaLiga.

Desde hace unos días, Ernesto Valverde ya tiene a Paulinho y en pocos más podría llegar Seri, pero hoy por hoy y viendo su rendimiento sobre el verde, Sergi Roberto merece seguir siendo uno de los fijos en el once.