El FC Barcelona se salvó del ridículo ante el CD Leganés casi de milagro. Los azulgranas estuvieron muy cerca de entregarle al Real Madrid la Liga en bandeja si no llegan a haber sumado los tres puntos ante los "pepineros". Una victoria que se produjo gracias a la entrada de jugadores de refresco cuando a menas quedaban poco más de diez minutos para el final.

Y fue precisamente esa falta de permutas a lo largo del segundo tiempo lo que penalizó al equipo culé. Hacía tiempo que se habían atascado en la salida de la pelota, André Gomes estaba fallando como mediocentro, Rafinha no aportaba clarividencia con la pelota y el único que se salvaba de la quema en el centro del campo era un Ivan Rakitic que llevaba a los suyos sobre los hombros.

En defensa, Sergi Roberto lo intentaba como podía en ataque pero dos fallos en defensa acabaron penalizando a los suyos. El último dio con el empate de Unai López que hizo, ahí sí, saltar a "Lucho" como un resorte para dar entrada a Andrés Iniesta, Denis Suárez y Jordi Alba.

Los tres cambios del Barça, claves en la victoria

Los tres mejoraron claramente el rendimiento del equipo. Denis le dio pausa y control, Andrés Iniesta ayudó a conectar con la "MSN" y Jordi Alba originó la jugada en la que Neymar acabaría tumbado dentro del área por Mantovani, con el claro penalti señalado por Iglesias Villanueva. 

Tres sustituciones que si se llegan a haber hecho quince minutos antes podrían haber calmado las cosas y se habría hablado de otro guión de partido. La falta de reacción desde el banquillo coincidió con la apatía mostrada por alguno sobre el terreno de juego.