Ter Stegen y Piqué son ángeles, pero no dioses: No salvarán siempre al Barça

Gerard Piqué y Ter Stegen, aunque suelen disimular con frecuencia las notables debilidades del FC Barcelona en defensa, no estarán ahí siempre para proteger al equipo. El portero y el central blaugrana se multiplicaron para evitar varios goles cantados del Real Madrid, y aun así no lograron desbaratar las jugadas de los dos tantos merengues en el segundo tiempo.

El FC Barcelona, que fue arrinconado por un Madrid mucho más intenso y compacto, persiguió sombras en la segunda parte y habría recibido varias dianas más de no ser por el acierto de Ter Stegen y Piqué. El guardameta firmó intervenciones de mérito a disparos de Isco Alarcón, Benzema y compañía (cabe destacar un tiro de Isco que el arquero culé desvió a córner con una espectacular palomita), mientras que el zaguero catalán salvó un gol bajo palos y cortó más de una jugada prometedora para los intereses blancos.

A pesar de ello, la falta de contundencia del Barcelona atrás generó una gran cantidad de segundas oportunidades para el Real Madrid en la segunda parte. Y por pura cuestión de acumulación, al final era lógico que alguna de esas jugadas sirviera para abrir la lata.

La diosa fortuna fue caprichosa, y quiso que el primer gol llegara mediante un disparo de Vinicius que teóricamente no iba a portería, y que encontró en la pierna de Piqué un rebote valioso para colarse en el interior de la portería. De no haber sido desviado el esférico por Piqué probablemente Ter Stegen lo hubiese detenido, pero en esta ocasión al germano sólo le quedó hacer la estatua.

Después del primer gol, el Real Madrid siguió atacando y aprovechó que el FC Barcelona abrió todavía más sus líneas en busca del empate. Gerard Piqué y Ter Stegen (en una jugada puntual) se fueron arriba para intentar rematar balones colgados, y en una jugada de contragolpe el Real Madrid encontró el gol de la sentencia, en el tiempo de descuento, gracias a Mariano Díaz.

El Barça no puede depender solo de Ter Stegen y Piqué en defensa

Nuevamente la suerte volvió a jugar un papel fundamental, dado que el disparo mordido del delantero blanco pasó a Ter Stegen milímetros por encima del hombro. Sea como sea, una cosa está clara. Si el Barça quiere ganar esta Liga, no puede depender de la suerte ni, por supuesto, de que jugadores como Piqué y Ter Stegen le salven los muebles de manera continua en defensa. Es necesario mejorar como bloque, y mucho, de aquí a final de curso.