Ousmane Dembélé sigue purgando en su infierno de problemas físicos. El extremo francés, que ya había tenido dos lesiones desde que comenzó la temporada, volvió a resentirse físicamente en una desafortunada jugada del partido de Champions League en el que el Borussia Dortmund visitaba al FC Barcelona en el Camp Nou y que terminó con victoria de los azulgranas (3-1).

Concretamente, el joven delantero galo duró sobre el terreno de juego 26 intensos minutos en los que mostró muchas ganas aunque menos acierto. En una acción dentro del área alemana volvió a romperse y su lesión sigue siendo un misterio. El mismo miércoles, el club anunció que era un problema muscular en la pierna derecha, pero las pruebas realizadas el jueves no desvelaron el alcance de sus dolencias.

Este viernes, el futbolista fue sometido a nuevas observaciones con el objetivo de determinar el alcance exacto de su nueva lesión muscular. Demasiadas lesiones en los poco más de dos años que hace que Dembélé desembarcó en el Camp Nou y la reciente, que le llevará a permanecer alrededor de 10 semanas de baja, con lo que se pierde el Clásico al 100%.

La poca continuidad de Dembélé

Como jugador del Barça, el 'mosquito' ha dejado luces y sombras. La mejor noticia para el barcelonismo es que las luces las ha dejado sobre el campo, con numerosas jugadas que han demostrado su nivel técnico, su velocidad y el hecho innegable de que se trata de un futbolista distinto que puede aportar mucho tanto en el presente como en el futuro.

Pero tampoco se pueden eludir las sombras con el lógico problema de sus continuas lesiones​. En su primera temporada como culé, estuvo meses en el dique seco y su poca continuidad no le permitió ser un jugador importante, pese a dar pinceladas de clase. La pasada temporada, empezó como un tiro, marcando goles y siendo fundamental, pero volvió a ser víctima de los problemas físicos en el tramo decisivo de la temporada.

Su tercera campaña como culé la ha empezado igual que las dos anteriores: dejando destellos de crack pero perdiéndose demasiados partidos por lesión. Algo que sigue siendo una losa importante para un jugador que vive de su técnica pero, sobre todo, de su velocidad y su cambio de ritmo. Sus músculos de cristal le siguen alejando de ese jugador que tanto prometía en Rennes y Dortmund, equipos en los que su salud parecía de hierro.