Las redes sociales se han llenado en las últimas horas de felicitaciones de año nuevo de los futbolistas, que han querido compartir con sus seguidores sus mejores deseos para el año 2019. En familia, con amigos y también con algo de humor, muchas de ellas han causado sensación, aunque hay una que ha destacado sobre el resto por el cachondeo que se ha creado entre los protagonistas y sus fans.

La historia la empezó minutos después de la medianoche Mohamed Salah, que se acordó de su compañero Dejan Lovren y decidió enviarle un mensaje. El croata optó por contestarle con unas cariñosas palabras, y no mucho más tarde compartió su divertida respuesta mientras se partía de risa por el motivo de la llamada del egipcio.

"Feliz Año Nuevo amigo", arrancó el de Nagrig, a lo que el de Zenica correspondió con agradecimiento y afecto. "Muchas gracias. Te deseo lo mejor en este año nuevo. Sólo salud y amor", le dedicó, antes de que el atacante revelara que quería un favor además de un intercambio de cumplidos.

"Igualmente, amigo. ¿A qué hora entrenamos mañana? Te he enviado el mensaje de felicitación de año sólo porque quiero saber a que hora es el entrenamiento mañana. ¿Se mantiene a las 15.30?", explicó entonces 'Mo' entre emoticonos llorando de risa. El zaguero no pudo evitar las carcajadas, y quiso que el despiste del delantero saliera a la luz y provocara la misma reacción en los aficionados del Liverpool.

Esta no es más que la última muestra el buen ambiente que se respira en el vestuario de los 'reds', que caminan con paso firme hacia la conquista de la Premier League y la Champions. Bajo la dirección de Jürgen Klopp, la alegría y la tranquilidad se han instalado en el conjunto de Anfield, y eso está beneficiando al rendimiento de los suyos sobre el terreno de juego.

Pep Guardiola no se fía del Liverpool

Pese al despiste de Mohamed Salah, el entrenamiento del Liverpool era muy importante, porque era el previo al duelo contra su principal perseguidor en liga, el Manchester City. Con los de Merseyside en plena forma y una renta de siete puntos, Pep Guardiola no se fía ni un pelo de su adversario, al que definió recientemente como uno de los mejores equipos de Europa y del mundo. Sabe a lo que le va a tocar enfrentarse.