RUBÉN BLANCO, SALVADOR
El Atlético de Madrid se atasca y tropieza con el Celta de Vigo (0-0)
Publicación:21/09/2019 - 21:47h
Actualización:21/09/2019 - 21:47h
El Atlético de Madrid volvió a tropezar en LaLiga, con un empate en casa ante el Celta de Vigo. Los 'colchoneros' dispusieron de buenas ocasiones, pero el marcador no se movió en un partido que ganaron los porteros
LaLiga 2019-20 sigue estando muy abierta, y el Atlético de Madrid lamentó este sábado su segundo tropiezo consecutivo. Los rojiblancos arrancaron la campaña con solvencia y mucha confianza pese a los numerosos cambios en la plantilla, pero en los últimos compromisos han dejado ver sus costuras y eso ha sido un problema en un campeonato en el que hace tiempo que no existe rival pequeño.
El Celta de Vigo se apoyó en Rubén Blanco, en la posesión y en la falta de mordiente de los locales, que tuvieron oportunidades para marcar pero no pudieron finalizar. Una de sus mejores ocasiones llegó a balón parado, con un intento de Felipe en los primeros compases del enfrentamiento que obligó a lucirse al cancerbero visitante, uno de los ganadores en la igualdad del Wanda Metropolitano.
A los de casa les pudo la incomodidad de inicio, aunque el panorama pudo cambiarlo Renan Lodi. Un zambombazo lejano del lateral quería ser candidato al gol de la jornada, pero de nuevo apareció el guardameta para desactivar el peligro. Los 'colchoneros' se sacudieron la presión y empezaron a acumular llegadas, pero el botín al descanso era demasiado escaso, con más lamentaciones que éxitos.
Los porteros se imponen en el Wanda Metropolitano
La cuenta de disparos favorecía claramente a los madrileños, porque los gallegos se marcharon a los vestuarios inéditos. Eso fue un favor que agradecieron los hombres de Diego Simeone, pero que Joao Félix, Koke y Álvaro Morata no terminaron de aprovechar. Los de Fran Escribá tuvieron que esperar para que llegara la suya, aunque la espera valió para silenciar a un estadio descontento.
Un pase maravilloso de Santi Mina dejó solo a Brais Méndez, pero entonces apareció Jan Oblak. La claridad que les faltaba a sus compañeros la puso el esloveno en una de sus pocas intervenciones, de aquellas que valen para que el punto se aprecie algo más de lo que da. La contención dejó paso al ritmo en los últimos instantes, aunque para ambos aspirantes ya era tarde para reaccionar.
El partido se abrió en su recta final, pero el electrónico se quedó con las tablas del principio. Mucho ruido y pocas nueces, y un empate que no satisface a ninguno. El Celta acumula ya tres encuentros sin ganar que no le sirven para abandonar la zona baja, y el Atlético lamenta que tras su fulgurante arranque liguero, se le haya olvidado ganar.
