El primer Clásico de la temporada 2019-20 entre FC Barcelona y Real Madrid debía jugarse este sábado 26 de octubre a las 13 horas, pero finalmente se aplazó al 18 de diciembre por el Comité de Competición, debido a la turbulenta situación político-social que se vive en Catalunya desde la sentencia de prisión a los líderes del movimiento independentista.

El club había vendido unas 6.000 entradas para el Clásico, y tras conocerse el aplazamiento reintegró el coste de las entradas a los aficionados. Ahora, desde la entidad azulgrana ya se trabaja en la logística para el 18 de diciembre. Se han empezado a mover todos los productos VIP, pero aún no las entradas a la espera de que los socios que habían liberado su abono a través del ‘Seient Lliure’ puedan recuperarlo.

A partir de este lunes, el Barça pondrá toda la carne en el asador para que el hecho de jugar el Clásico en miércoles laborable (y sin puentes de por medio) en vez de un sábado no genere demasiadas pérdidas. El programa ’Tot Costa’ de Catalunya Ràdio informó este viernes, en cualquier caso, que las pérdidas por el cambio de fecha podrían llegar a superar los 500.000 euros.

Los últimos Clásicos disputados entre semana, no obstante, han resultado lo suficientemente exitosos como para ser más optimista. El último Barça-Madrid entre semana se jugó en febrero de 2019, y fue el correspondiente a la ida de semifinales de Copa del Rey. Atrajo a 92.008 espectadores, pero es que el 5-0 del lunes 29 de noviembre de 2010, lloviendo además en Barcelona, contó con 98.225 aficionados en las gradas del estadio.

“Un Clásico siempre es un Clásico”, defienden desde los despachos del Camp Nou, con la esperanza de conseguir de nuevo una buena entrada pese a jugarse el partido un miércoles. Además de repercutir en el Barça-Madrid, en cualquier caso, la situación tensa que se vive en Catalunya ha provocado un descenso de las reservas hoteleras de entre un 30% y un 40%.

El turismo en Barcelona también se ve afectado

El turismo se ve afectado, lógicamente, y habrá que ver qué impacto tiene para el Barça a nivel de venta de entradas en el Camp Nou. De cara al 18 de diciembre se prevé que la situación esté mucho más calmada, a pesar de la 'amenaza' de Tsunami Democràtic de convocar una nueva manifestación masiva justo ese día, coincidiendo con el Clásico, para así tener más visibilidad en el panorama internacional.