¡Capitán histórico! La emotiva despedida de Busquets del Barça tras 15 años

Poner punto y final a las historias, antes de que sea muy tarde, también es de valientes. Sergio Busquets sabía que si se quedaba en el FC Barcelona seguiría siendo importante e indiscutible en los planes de Xavi Hernández, pero también es consciente de que, probablemente, ya es momento de dar el paso a la nueva generación, a la nueva guardia... 

Busquets ha querido despedirse del club de su vida siendo importante y como uno de los grandes protagonistas del equipo. No ha querido esperar a ser prescindible. Se va como los grandes y por la puerta de adelante, en su segunda temporada como capitán en la que ha tenido la oportunidad de levantar dos títulos que han devuelto la ilusión al barcelonismo después de años marcados por las decepciones y caídas. El de Badía, aunque sea difícil de digerir, se marcha en su mejor momento. 

El Camp Nou lo celebra a lo grande

Le queda un partido por disputar, en Balaídos contra el Real Club Celta la próxima temporada, pero este domingo fue su despedida del estadio de su vida, con la afición que le ha acompañado en estas últimas 15 campañas en las que ha sido un referente en su posición no solo para el equipo, sino para el fútbol español y europeo. No es casualidad que se viviera una fiesta en su nombre. 

El capitán ha tenido el reconocimiento que se merece. Se marchó del campo a los 85 minutos para dar entrada a Eric García en medio de una ovación pocas veces antes vistas en el feudo barcelonista. Con los aficionados de pie y con lágrimas en los ojos y con Busquets intentando contenerse, el de Badía se marchó por última vez. Una despedida sentida, sin reproches y que resume el impresionante andar del centrocampista en el Barça. 

Homenaje a una leyenda como Busquets

El capitán ha sido el encargado de presentar el trofeo de LaLiga a la afición y fue recibido con una emotiva ovación y con un pasillo de sus compañeros, staff técnico y fisios. Busquets, muy emocionado y celebrando su historia por el club, evitó las lágrimas y pasó a dar un discurso que ya es historia de los culés en el que dejó claro que no es un adiós sino un hasta luego: "El sentimiento y el orgullo de ser del mejor club del mundo no me lo quitará nadie. Soy socio, aficionado. Ahora me voy, pero la realidad ha mejorado a mis sueños. Esto no es un adiós, sino un 'hasta luego'. Muchas gracias por todo. Visca el Barça y visca Catalunya!".