El mundo del fútbol se tuvo que detener el pasado mes de marzo a causa de la rápida propagación de la pandemia del coronavirus. Todas las competiciones se suspendieron sin fecha de regreso, a causa de ello los clubes han dejado de ingresar dinero y, si la situación se alarga, podría haber consecuencias devastadoras para todos tanto a nivel económico como a nivel logístico. 

Por primera vez desde que saltó la crisis sanitaria, Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno de España, habló claro sobre el impacto de la pandemia sobre el deporte y sobre cómo se irá instaurando la vuelta a la normalidad. El máximo representante gubernamental hizo referencia a la vuelta a los entrenamientos de los deportistas profesionales y de la vuelta de las competiciones.

Pedro Sánchez dejó en manos de las federaciones y las ligas la vuelta de los partidos oficiales en un marco de prudencia ante la delicada situación. “Yo soy más de baloncesto que de fútbol, pero esperemos que sea pronto, serán las federaciones y las Ligas las que decidan“, comentó el Presidente de España, aunque todo irá atado en primera instancia a la decisión de las autoridades sanitarias.

Eso sí, su discurso fue claro al respecto y dejó claro que el regreso de las competiciones no se dará al mismo tiempo que la vuelta a los partidos de puertas abiertas al público. “Hemos empezado a permitir los entrenamientos individuales de los deportes en equipo, esperemos que sea cuanto antes, pero lo veremos antes por televisión que en el estadio, me temo”, explicó.

Hay que recordar, en estas circunstancias, la decisión que el propio Pedro Sánchez anunció el pasado día 28 de abril después de un Consejo de Ministros, manifestando que “se podrán llevar a cabo entrenamientos individuales de federados y el básico de ligas profesionales”. Esta medida entrará en vigor a partir del 4 de mayo, aunque siempre bajo los protocolos establecidos.

Tests para los futbolistas

También está previsto, en vistas a la seguridad, que los jugadores de los clubs de LaLiga​ se sometan a los tests proporcionados por la patronal. De este modo, se pretende evitar que futbolistas infectados vuelvan al trabajo normal y pongan en riesgo a sus compañeros. Toda precaución será poca para el regreso a la actividad deportiva, que todavía tardará en recuperar la normalidad.