Ferran Torres se fue diluyendo tras fallar un penalti

Había mucha expectativa con el desempeño de la línea ofensiva del FC Barcelona contra el Valencia, porque ante el gran número de bajas por lesión (y sanción), Xavi Hernández había apostado nuevamente por volver al clásico 4-3-3. Los escogidos para liderar el ataque fueron Ansu Fati, Ferran Torres y Raphinha, quienes eran los únicos delanteros disponibles de la primera plantilla ante las ausencias de los lesionados Ousmane Dembélé y Robert Lewandowski. 

La apuesta quedó en un quiero y no puedo, porque el Barça continúa sin mostrar su mejor versión ofensiva y ante el Valencia quedó evidenciado, una vez más. Han sumado el décimo 1-0 (o 0-1) en lo que va de temporada, gracias a un gol de Raphinha en la primera parte tras un pase magistral de Sergio Busquets. Sus dos compañeros en ataque, Ferran y Ansu, se fueron diluyendo en el partido de a poco. 

El de Foios, que vivía un partido especial por reencontrarse con su exequipo volvió a dejar dudas, a pesar de que en los primeros minutos se mostró muy participativo y con ánimos de impulsar el ataque del Barça, pero acabó cometiendo muchos errores, cesiones desafortunadas y, para más colmo, falló el penalti con el que los azulgrana podían 'matar' el partido antes de la hora de juego. No fue una buena parte para Ferran y su frustración ha sido más que evidente. 

El '11' tuvo dos pases atrás que comprometieron al equipo, sobre todo una cesión a Marc-André ter Stegen cuando estaba rodeado de jugadores del Valencia. El guardameta intentó despejar, pero cedió el balón a un Hugo Duro que, afortunadamente para el Barça, mandó su remate a las gradas. Fue una situación de peligro innecesaria para un Barça que, hasta ese momento, estaba firmando una tarde muy solvente ante los valencianos. 

Sin acierto desde el punto penalti

Tras la reanudación, la suerte no cambió para Torres. De hecho, acabó de diluirse por completo después de un penalti que se 'disputó' con Ansu Fati. Ambos querían lanzarlo, pero el de Foios acabó ganando la partida después de varios minutos discutiéndolo. Ferran quiso ajustar más de la cuenta su disparo al palo izquierdo de Giorgi Mamardashvili y acabó pegando en el poste sin la intervención del guardameta, que vio como se marchaba por línea de fondo sin consecuencias. 

Después de esa acción, quedó la sensación de que el atacante se fue del partido. Su frustración fue más que notoria y acabó firmando varios desajustes defensivos que provocaron reacción desde las gradas. Una imagen totalmente distinta a la que había dejado en los últimos partidos, en los que había destacado sobre todo por su implicación defensiva. Contra su exequipo, se quedó sin 'magia' y dejó más dudas que cualquier otra cosa.