El FC Barcelona comenzó la temporada con un polémico empate a cero contra el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez. En los últimos tiempos, el combinado 'azulón' ha sido un rival difícil para el Barça en su feudo. De hecho, con esta paridad, los culés hilan cuatro encuentros consecutivos sin conseguir la victoria en condición de visitante ante el 'Geta', un rival que suele 'atascarse' gracias a su estilo de juego agresivo y provocador.

El enfrentamiento de ayer estuvo marcado por la permisividad del árbitro Cesar Soto Grado, lo que le permitió al elenco de José Bordalás desplegar su juego defensivo 'rácano', pero efectivo con total impunidad. A partir de este exceso de rigor físico, el partido estuvo constantemente interrumpido, al punto de que de los 116 minutos que duró el duelo, más de la mitad del tiempo, es decir, 60,43 minutos, el balón no estuvo en juego.

El Getafe jugó 'a lo suyo' ante el Barça

Esto es comprensible si se observan las estadísticas, ya que el Getafe tuvo solo el 25% de posesión y apenas cinco remates al arco. Optaron por un juego extremadamente físico, cometiendo más de 20 faltas y recibiendo seis tarjetas amarillas y una expulsión.

Esto demuestra claramente la ineficacia del sistema de tiempo añadido. Xavi ya ha hablado en el pasado sobre la necesidad de implementar un nuevo sistema basado en el tiempo efectivo de juego, y ha calificado los tiempos añadidos como "una vergüenza". Este partido podría ser un ejemplo claro de ello, ya que de los 15,25 minutos de tiempo añadido, solo se jugaron 5,25, perdiéndose más de 10 minutos.