Estamos viendo una Liga donde los grandes favoritos no están teniendo los resultados esperados, pues las líneas que separaban al Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid con el resto de los equipos se han acortado. Apenas estamos en el inicio de la temporada pero estos clubes, que en el pasado eran los monarcas de España, se están mostrando con muchas carencias en ataque y con serios problemas a la hora de defender.

Esta es la razón por la que, transcurridas ocho jornadas, equipos con presupuestos más cortos y sin muchos reflectores están demostrando que podrían sumarse en la disputa del campeonato liguero. Uno de los conjuntos que ha comenzado de la mejor manera es la Real Sociedad. Imanol Alguacil está logrando formar un plantel que a pesar de estar plagado de jugadores muy jóvenes, en su mayoría canteranos, se está mostrando muy competitivo. No es por nada que el club 'txuri-urdin' es el líder general y, hasta el momento, el único que se ha logrado mantener en la primera posición durante dos fechas consecutivas.

Por debajo de los Erreala​ se encuentran el Real Madrid con 16 puntos y un partido menos pero, aunque siguen estando en la zona alta, los dirigidos por Zidane están siendo muy inconstantes. Asimismo, el conjunto del Cholo Simeone es el más regular hasta la fecha. Además, es el único invicto de la Liga y se ubica en la tercera posición con 14 puntos, debido a que solo ha disputado 6 jornadas (dos menos que  los de San Sebastián).

Una liga más competitiva

Por otra parte, tenemos al Barcelona, un conjunto con la obligación de estar en lo más alto de la tabla clasificatoria. Sin embargo, los catalanes no pasan por su mejor momento y sigue perdiendo puntos que en años anteriores era impensados. Con dos partidos menos, el equipo del neerlandés Ronald Koeman se halla en la duodécima posición con ocho puntos (dos partidos menos). No obstante, lo más preocupante no es esto, sino las deficiencias defensivas y la sequía goleadora que vive delantero Antoine Griezmann, quien solo ha marcado un tanto en 364 minutos jugados.

Estas son algunas evidencias que dejan en claro que, a diferencia de los últimos años, el nivel de la Liga ha ido en aumento y las diferencias cada vez son más cortas, una situación que llena de expectación a la afición y que podría desencadenar un campeonato mucho más cerrado y que termine definiéndose por ciertos detalles, pues, si las cosas siguen de la misma manera, se podría dar un campeón con 74 o 75 puntos, siendo la cifra más baja desde que el Valencia ganara el título liguero con 75 en el 2002.