La pretemporada del Barça ha empezado con contratiempos. El primer partido programado para preparar al equipo se ha suspendido debido a una gastroenteritis vírica que ha afectado a varios miembros de la plantilla azulgrana. Además de poner en riesgo la salud de los jugadores, el club ha dejado de percibir una cantidad importante de dinero por la venta de entradas, unos 2 o 3 millones de euros aproximadamente. Aunque la institución blaugrana asegura que los futbolistas estarán listos para el enfrentamiento del miércoles contra el Arsenal, es inevitable dudar sobre cómo llegarán los jugadores a ese encuentro. Esto ha trastocado la planificación de Xavi, ya que después de perder un partido un preparación, no tiene la certeza de que sus pupilos puedan estar al 100% de sus capacidades para afrontar el segundo juego.

La situación ha obligado a que Xavi y a su 'staff' de trabajo hayan tenido que darle un giro de 180° a su planificación de pretemporada. El egarense ha tenido que modificar los entrenamientos y las cargas de trabajo, a causa de que los afectados por virus tardarán algunos días en ponerse al nivel del resto. Es importante recalcar que desde el club están tratando y analizando cada caso de una manera individualizada. Se espera a que la reincorporación de los futbolistas se haga de manera progresiva, a medida que vayan evolucionando.

Los culés retomarán los entrenamientos el lunes

El FC Barcelona confía en que una vez que se estabilice el alcance del virus, puedan erradicarlo por completo de la expedición culé, para que el equipo esté completamente sano de cara a los cuatro grandes encuentros que tiene en la agenda: Arsenal, Real Madrid, AC Milán y Tottenham en el Joan Gamper. Por el momento, el club ha anunciado un entrenamiento abierto a los medios este lunes, con rueda de prensa incluida. Por ahora, el combinado de la Ciudad Condal confía en que no haya más sorpresas desagradables en la gira.

Esta es la segunda pretemporada 'accidentada' consecutiva para el Barça

La institución de la capital catalana tuvo una gira complicada por los Estados Unidos la temporada pasada. En aquella oportunidad, la delegación blaugrana fue atacada por una ola de calor insoportable tanto en Fort Lauderdale como en Dallas y Las Vegas, lo que obligó al equipo a suspender varios entrenamientos por las condiciones climáticas insostenibles. Para esta pretemporada, se planificó todo con la debida antelación, eligiendo lugares sostenibles para evitar este tipo de inconvenientes. Hasta ahora, el Memorial Coliseum había sido el lugar idóneo para que los azulgranas desarrollaran sus labores. Sin embargo, lamentablemente, en esta nueva pretemporada los contratiempos no llegaron por cortesía del clima, sino por cuestiones de salud.