Parece que el doble rasero es algo que siempre va intrínseco al Comité de Competición. Sobre todo tras comparar otro caso de la pasada campaña junto con el reciente del FC Barcelona, donde en lugar de ceñirse al comunicado del colegiado parece que pueden añadir cosas a posteriori... A diferencia de con el portugués.

Aquel día el delantero del Real Madrid acabó expulsado en Córdoba. Cristiano le dio una patada brutal a Edimar lo que le costó la doble amonestación, después de llevarse la primera cartulina tras agredir al defensor Crespo. Tras todo ese espectáculo, el atacante acabó su particular show abandonando El Nuevo Arcángel limpiándose el escudo de campeones del mundo en una actitud prepotente y provocadora para con la afición local. 

Ese día, el árbitro no apuntó en su acta la agresión a Crespo ni tampoco la provocación de CR7 a la hinchada verdiblanca. Tampoco calificó como agresión la patada a Edimar y Competición no añadió, en ese caso, absolutamente nada. Al delantero le cayeron dos partidos de sanción a pesar de todo lo que había ocurrido sobre el terreno de juego después de que Rubio, Osorio y Mayor, los tres miembros de Competición, se ciñeron únicamente al acta.

Algo que ha cambiado totalmente con lo sucedido en Mestalla, donde llovieron objetos contra los jugadores azulgranas. En el acta, Undiano Mallenco no habla en ningún momento de un mal comportamiento de los jugadores del Barça. En cambio, y a diferencia de lo que sucedió con el internacional portugués, Competencia añade cosas a lo expuesto por el colegiado navarro. "El comportamiento poco ejemplar de algunos jugadores (del Barça) les descalifica y ridiculiza por sí solo", puede leerse en el escrito de Competición. Entonces, ¿para unos sí y para otros no? ¿Dónde está la vara de medir?