Desesperación y sospechas con Bale tras el Unionistas-Real Madrid

Al Real Madrid le acompañó la fortuna ante Unionistas, y se metió sin demasiados sustos en los octavos de final de la Copa del Rey. La falta de intensidad no supuso un problema para los pupilos de Zinedine Zidane, que se apuntaron tres tantos pese a que sus rivales amenazaban la portería en cada uno de sus ataques e incluso llegaron a empatar el encuentro. Eso sí, no todo fueron alegrías en la visita al Estadio Helmántico.

El duelo frente a los blanquinegros reabrió el caso Gareth Bale, que regresa a la capital envuelto en desesperación y sospechas. El míster, que prefirió evitar contratiempos tras los delicados precedentes de las últimas jornadas, apostó por una alineación con muchos titulares, y entre ellos estaba el extremo de Cardiff, que se ganó las críticas de aficionados y expertos por una apatía que ya no es noticia en el Santiago Bernabéu.

Lo cierto es que a los cracks no se les vio especialmente motivados, pero más grave fue lo del galés porque ni siquiera celebró su gol. El ex del Tottenham anotó el 0-1 entre un bosque de piernas en el minuto 18, y parecía estar 'tocado' por las molestias o el frío porque a su cara, digna de un entierro, no le sacaron apenas muecas sus compañeros, que le abrazaron con la ilusión de acercarse muy pronto al pase a la siguiente ronda.

La noche del atacante fue a peor, porque en el minuto 53 se retiró con dolores y poco después se confirmó que está lesionado. Tampoco es una novedad para los 'merengues' porque este es un jugador de cristal, pero más allá de las pruebas que obviamente deben tener los servicios médicos, está circulando un rumor peligroso sobre su falta de compromiso, que vuelve a poner en tela de juicio una discutida profesionalidad.

En la capital temen que el punta esté fingiendo sus dolencias, o al menos exagerando su intensidad para poder librarse de algún partido que no le interesa demasiado. Las imágenes de Bale saliendo del estadio sin aparentes problemas han corrido como la pólvora, aunque hay que tener en cuenta que el futbolista se tocó el tobillo en varios momentos y dejó ver su incomodidad a lo largo del primer tiempo.

Zidane dobla su paciencia con Bale

Zidane, aplaudido por la calma con la que dirige al Real Madrid, dobla su paciencia cada vez que le hablan de Bale, y se ha convertido en un experto en echar balones fuera. El preparador marsellés confirmó que el galés sufre un esguince, aunque no quiso aventurar cuánto tiempo tendrá que estar de baja. El pulso podría llegar a su fin si al delantero lo colocan en verano, pero el míster no va a entrar en guerras porque eso es cosa de otros. Cada uno juega su propia partida.