En marzo el gobierno de Serbia dictó 14 días de confinamiento con la finalidad de evitar la expansión por la pandemia del COVID-19. Sin embargo, el delantero del Real Madrid viajó a tierras serbias durante esos días y fue descubierto por las calles celebrando el cumpleaños de su novia, Sofija Milojevic. Jovic tenía permiso del Real Madrid, ya que no había entrenamientos en Valdebebas.

Posteriormente, los fiscales serbios pidieron una sentencia de prisión de seis meses para Jovic porque "no cumplió con los protocolos de salud después de su regreso de España". Del mismo modo, se le dio la oportunidad de pagar 30.000 euros, hecho que ya fue pactado entre el jugador y la fiscalía del país.

Cuando estalló la polémica, Jovic hizo presencia a través de sus redes sociales: "Pasamos el tiempo jugando al FIFA. Espero que estéis en casa. Quedaos en casa. No pongáis a vuestra gente en peligro. Espero que lo más pronto posible podamos vernos fuera". El jugador no tuvo en cuenta que el confinamiento no era el mismo que en España.

Posteriormente, en una entrevista admitió que se había equivocado y que era su "culpa" por no haberse "enterado mejor", pidió disculpas tanto a su país como a los aficionados blancos que lo habían criticado en redes sociales.

Jovic se quedó sin apoyo

El padre de Luka Jovic aseguró que a muchos les gustaría ver a su hijo en la cárcel: "No voy a hacer declaraciones, porque si hablo muchos se encontrarán donde les gustaría ver a Luka, en la cárcel", de este modo denunció una presunta persecución al jugador del Real Madrid.

A pesar de la polémica, este no es el único tema que rodea a Jovic. También sus pocos minutos en el Real Madrid de Zidane, quien defendió su continuidad para dar salida a Borja Mayoral: "Al final lo que se dice no es así, Jovic es jugador del Real Madrid y le he pedido yo, he hablado con el club para su fichaje. Cada uno puede opinar y no me meto, pero decir tonterías es lo que hay. No es así pero no pasa nada", expresaba el técnico al hablar de la situación del delantero.