Corría el minuto 7 de partido en el Alavés-Madrid disputado este sábado en Mendizorroza. El conjunto babazorro estaba intentando acercarse a la portería de Aréola, y Aleix Vidal logró internarse en el área. Eso sí, no pudo avanzar demasiado. Éder Militao se le cruzó, hubo contacto entre la bota del brasileño y la pierna del catalán, y este último se fue al suelo exagerando algo la acción.

Quizás por ese motivo, por la mera exageración, el colegiado decidió no pitar nada y el VAR tampoco consideró que fuese una situación punible, por lo que el 'sigan, sigan' se adueñó de la escena a pesar de las protestas de los jugadores locales, así como de un Aleix Vidal que no daba crédito. Y es que las imágenes dejan claro que realmente hay contacto, pero ahí es el árbitro quien decide si es suficiente o no como para pitar penalti.

En este caso Cuadra Fernández hizo sonar su silbato, pero para castigar al jugador del Alavés con tarjeta amarilla al considerar que se había tirado. Viendo las imágenes podría ser incluso entendible el hecho de que no pitara penalti, pero de ahí a sancionar al jugador afectado cuando realmente hubo contacto...

La sala del VOR dio por buena la decisión arbitral sobre del terreno de juego, y el juego continuó como si nada sin penalti a favor del Alavés, y con una tarjeta amarilla a hombros para un Aleix Vidal que a partir de entonces ya tuvo que jugar condicionado durante todo el partido.

Ya hubo polémica con el VAR y el Madrid en Champions

Esta misma semana en Champions League, por cierto, cabe recordar que durante el Madrid-PSG (2-2) se dio una acción con el VAR que también favoreció al equipo blanco, y aún con más polémica. El árbitro señaló penalti favorable al PSG y expulsión a Courtois pero, tras la revisión en la sala VOR, el portugués Artur Dias decidió señalar una acción previa en el centro del campo por 'faltita' a Marcelo, anulando todo lo que había pasado después.

De un posible penalti a favor del PSG y expulsión de Courtois, por tanto, se pasó a falta a favor del Real Madrid en el medio campo. Fuera o no correcta la decisión, una cosa está clara: el Real Madrid no tiene motivos para quejarse de los colegiados, y mucho menos del VAR.