Ha sido escaso el movimiento en las oficinas del Real Madrid durante esta primera parte del mercado de verano. Las ventas para el club blanco están pasadas y no tanto en las llegadas, sino en las salidas, aspecto que más preocupa a los directivos madridistas que necesitan alimentar sus arcas en la actual ventana de fichajes.

Luego de una semana de entrenamientos y todo un mes de vacaciones desde que LaLiga llegó a su fin, ninguno de los futbolistas que el Madrid tiene en el escaparate ha tenido la intención de salir del club.  Marcelo, Isco, Ceballos, Bale, Mariano, Jovic... todos planean cumplir su contrato y permanecer al menos un año más en el cuadro merengue.

Así pues, la tarea pasa a las manos de Carlo Ancelotti, que es el encargado de sacarles el mejor rendimiento o demostrarles, sinceramente, que no cuenta con ellos y que, en dicho caso, la mejor opción para su futuro en abandonar el club blanco en busca de una opción que se adapte mejor a su realidad, a su juego.

Permanece atento

Entretanto, el Real Madrid mantiene todos sus canales abiertos. Permanece a la espera de llamadas, de ofertas, o de insinuaciones que provoquen un desahogo de la plantilla (necesario para cumplir con las 25 fichas del primero y no las 30 que hay en nómina) y de las cuentas, pues un traspaso más el ahorro de la ficha del jugador supone una mayor ganancia cuando llegue el momento de poder negociar por Kylian Mbappé, el verdadero objetivo.

Así pues, es bien conocido que en el negocio del mercado de fichajes de verano hay oportunidades hasta el 31 agosto. Hasta entonces, todo puede pasar y es posible incluso que un solo movimiento desencadene el resto. Pero lo cierto es que, a día de hoy, los despachos no tienen demasiado movimiento.