El VAR ha sido el amigo que nunca le falla al Real Madrid, pero hoy no fueron capaces de frenar la debacle de los madridistas en La Rosaleda, aunque lo intentaron. Al final, ni con el videoarbitraje a favor, como siempre, los madridistas fueron capaces de plantarse ante un Athletic de Bilbao que sí supo aprovechar los errores del rival y que permaneció ordenado cuando los blancos se acercaban al área defendida por Unai Simón.

El Madrid pecó por falta de puntería y los 'leones' creyeron hasta el final para conseguir el pase a la final de la Supercopa de España, este domingo, frente al FC Barcelona en La Cartuja. Los dos goles de Raúl García en la primera mitad certificaron los efectos positivos de Marcelino como entrenador del equipo y sacaron a relucir todas las debilidades del Real Madrid. 

Si bien es cierto que fueron dos errores de Lucas Vázquez los que ocasionaron los dos tantos de García, fue el orden defensivo y capacidad de replegarse lo que ha llevado al Athletic a la final, sin ayudas arbitrales. A diferencia, el conjunto dirigido por Zinedine Zidane sufrió durante todo el encuentro y dejaron múltiples dudas con respecto a la creación de juego, después de que los rojiblancos consiguieran neutralizar a Luka Modric por completo. 

La realidad es que, sin la intervención del VAR, la historia hubiese sido mucho más triste para el cuadro merengue. En el minuto 73, el videoarbitraje intervino para validar un gol de Karim Benzema, en posible posición irreglamentaria, que suponía el descuento del encuentro. La polémica se centró después de que la tecnología proporcionara las imágenes con las que el tanto del ariete francés subió al marcador. En ellas, las líneas estaban tiradas desde los pies de Casemiro, que había dado el pase a Benzema, y no desde el balón que había puesto en duda la validez de la jugada. 

Lo que entendieron desde el VAR, y posteriormente el árbitro principal del encuentro, fue que el delantero madridista estaba en posición reglamentaria por un pie del defensor del Athletic Bilbao, Unai Simón, que habilitaba la jugada.  En definitiva, el tanto subió al electrónico, pero no fue suficiente para que el Real Madrid lograra remontar.

Acción polémica en el tiempo extra

A consecuencia de diferentes faltas y acciones que retardaron el partido, el colegiado señaló seis minutos de tiempo extra. El Real Madrid se volcó completamente al ataque para intentar igualar el encuentro y conseguir la ansiada prórroga y así remontar. 

En la última jugada del partido, tras un acercamiento de los merengues al área defendida por Unai Simón, el VAR revisó una posible mano dentro del área, después de que el balón impactara en el hombro de Unai García. Desde el videoarbitraje no penalizaron la acción, pero el Madrid insistía en que era penal. Tras el partido, Marco Asensio apuntó que "en la mano le da. No se si para penalti o no. Lo tengo que ver, pero en la mano le da”.