“Si no estás de acuerdo, a la calle”, es el mensaje de los responsables de un VAR que empezó la actual temporada con polémicas y con más dudas que aciertos.  Las decisiones del videoarbitraje en la visita del Real Madrid al Benito Villamarín continúan en el punto de mira del fútbol español, y eso que ya han pasado unos días.

El Betis recibió en su estadio al Real Madrid de Zinedine Zidane el pasado sábado y, justo como la temporada pasada, dos decisiones del VAR le dieron la victoria a los merengues, cuando los verdiblancos estaban en su mejor momento en el terreno. Habían logrado remontar el 0-1 inicial en menos de cinco minutos y el Madrid estaba sufriendo la superioridad de los locales.

Una expulsión y un penal cambiaron el rumbo de la historia del encuentro. La tarjeta roja directa del lateral derecho blaugrana cedido en el Betis, Emerson, y luego una inexistente mano en el área de Marc Bartra que ni el árbitro, ni el bético ni los mismos jugadores madridistas vieron, provocó que Sergio Ramos marcara desde los once metros el tanto de la victoria a falta de menos de diez minutos para el pitazo final.

Expedientes abiertos para Pellegrini y Joel

Manuel Pellegrini, técnico verdiblanco, no se equivocó cuando dijo que “jugar contra el penalti, la expulsión, el VAR y el Real Madrid, todo junto, es demasiado” pero, como si fuese una falta grave o una pelea en el borde el campo, al chileno el Comité de Competición de la RFEF le abrió un expediente por sus declaraciones.

El guardameta bético, Joel Robles, que al igual que su entrenador se manifestó en contra de las acciones arbitrales, también tiene un expediente abierto. “En caso de duda, siempre a favor del grande”, expresó tras el partido. Y ahora se expone, junto a Pellegrini, a una sanción que podría ser de cuatro a doce partidos y una multa económica entre 600 y 3.000 euros.

Es muy difícil luchar con diez en el campo, pero también con la justicia en contra. El Betis vivió en el Benito Villamarín lo mismo que la Real Sociedad, el Athletic Club o el Leganés, los cuáles también vieron cómo una decisión tras una acción dudosa les costó perder tres puntos y, en el caso de los pepineros, el descenso a la Segunda División. Ni más, ni menos.

Zidane resta importancia al VAR