Jordi Alba selló hace apenas unas semanas su renovación con el FC Barcelona, que sabe que con el canterano apuesta sobre seguro. Acaba de cumplir 30 años y está en el mejor momento de su carrera, lo que le confirma, sin lugar a dudas, como uno de los mejores -si no el mejor- laterales del mundo. Sea con la camiseta que sea, el de L'Hospitalet de Llobregat da que hablar.

En el importante triunfo de los culés en el Benito Villamarín, el catalán volvió a brillar en defensa y en ataque, con una solvencia que hace tiempo que se convirtió en una constante. Ha dejado de ser un zaguero para convertirse en un carrilero impecable, muy atento a la retaguardia, pero capaz de actuar como el mejor de los extremos. Eso lo saben bien Leo Messi y Luis Suárez, pero ya no son los únicos.

Después de algunos meses de dudas, Luis Enrique aceptó devolverle a la selección, y el crack ha tardado poco en demostrarle que ha acertado con su decisión. De nada valen los roces si el rendimiento manda en lo deportivo, porque una de las bondades del fútbol es que con victorias es capaz de zanjar cualquier discusión que se produzca en uno u otro vestuario.

Este sábado, contra Noruega, Alba volvió a ser uno de los pilares de la 'roja', que jugaba con tres delanteros pero se dio el lujo de contar con dos más. Con el barcelonista percutiendo por la banda izquierda, Jesús Navas se unió a la fiesta por la derecha, lo que ayudó notablemente a Marco Asensio, Rodrigo Moreno y Álvaro Morata, que encontraron a los socios perfectos.

Precisamente, la sociedad entre el culé y el madridista fue una nota positiva del duelo, y un pase del azulgrana regaló un tanto al valencianista. También tuvieron el gol en las botas el barcelonés y el balear, pero al primero se lo anularon por un ajustado fuera de juego y al segundo le frenó una gran intervención del cancerbero rival.

El Barça busca ahora un complemento para Jordi Alba

Con la intención de apuntalar el lateral para el presente y el futuro, el Barça mira ahora al posible suplente de Jordi Alba, un caso delicado que hay que afrontar tras una temporada en la que ha estado demasiado solo. Cualquier amago de lesión o sanción ha supuesto una preocupación para Ernesto Valverde, algo que toca alejar atinando con un recambio que sepa a lo que viene -a jugar poco y a cumplir- y que guarde las espaldas del mejor lateral zurdo del planeta con garantías.