Croacia se doctora en los penaltis y deja a Rusia fuera del Mundial (2-2)

El Mundial 2018 se ha convertido en un campeonato de emociones fuertes, y el Rusia-Croacia lo ha vuelto a dejar claro. Ambas llegaron a cuartos tras una tanda de penaltis, y desde el punto fatídico volvieron a decidir su destino. Mario Fernandes, héroe y villano en cuestión de minutos, acabó sentenciando la eliminación de la anfitriona, que una vez más, remató Ivan Rakitic.

Empezó el encuentro en Sochi con alguna sorpresa en los planteamientos, porque eran los arlequinados los que mandaban pero los de Stanislav Cherchesov presionaban mucho más que contra España. Los de Zlatko Dalic comparten con la 'roja' su gusto por el balón, pero debieron enfrentarse a un rival bastante más atrevido que en el resto del torneo.

Mientras unos buscaban la portería a través de la posesión, los otros la rondaban con velocidad a la contra, y en uno de los chispazos del conjunto local se abrió la lata justo al superar la media hora de juego. Un balón que bajaba de las nubes lo recogió Denis Cheryshev, que tiró una pared con Artiom Dziuba y lanzó un zapatazo ante el que Danijel Subasic sólo pudo mirar.

Por suerte para los croatas, la igualada no tardó en llegar, porque el tanto les lleno de dudas y dejó paso a los mejores minutos de los rusos. Sus intentos no encontraron portería y sí lo hicieron sus adversarios, que un contrataque bien llevado por Mario Mandzukic acabaron con un balón centrado y un cabezazo de Andrej Kramaric en el corazón del área pequeña.

El Rusia Croacia, con varios finales de infarto

En la reanudación, las espadas siguieron en alto, pero Croacia poco a poco volvió a ahogar y a Rusia cada vez le costaba más salir. A pesar de todo, los hombres de Cherchesov se estiraban con 'picotazos' aislados, dejando muy claro que no le querían perder la cara al enfrentamiento. 

Mucho hubiera cambiado el panorama de no haber topado Ivan Perisic con la madera, pero el caso es que los minutos se escurrían y el primer final ya fue de infarto. Tras dar el susto con un amago de lesión y los tres cambios agotados, Subasic se recuperó a lo grande, con un paradón a Fiodor Smolov que garantizaba la prórroga en el Estadio Olímpico.

Esta vez fueron los rusos los que se lanzaron descaradamente a por el gol, aunque quienes lo encontraron primero fueron los croatas. Domagoj Vida cruzó su remate de cabeza en un córner y el balón pasó entre varios jugadores hasta alojarse mansamente en la red. Había tiempo para más, y es que se acercaba otro desenlace épico.

Con los de casa desatados en ataque, en el 115 empató Mario Fernandes, que coronó una falta preciosa de Alan Dzagoyev con un testarazo que estuvo a la altura. Como les ocurrió a unos contra España y a los otros contra Dinamarca, la conclusión se decidiría en los penaltis, y esa suerte que encumbró al de Sao Paulo le iba a ser esquiva desde los once metros.

Las penas máximas las acertaron Dzagoyev, Ignashevich y Kuzyayev por un bando y Brozovic, Modric -con suspense-, Vida y Rakitic por el otro. El jugador del FC Barcelona cerró de nuevo la tanda, porque del resto se encargaron los porteros. Subasic se lució contra Smolov e Igor Akinfeev hizo lo propio con Mateo Kovacic, pero al último llegó el azulgrana con opciones de sentencia porque el brasileño falló el tercero. Así es el fútbol, y el éxtasis de unos fue la tumba para el resto.