A pesar de la intermitencia con el FC Barcelona que lo ha llevado a ser una de las posibles bajas en el mercado de pases, Antoine Griezmann no ha bajado los brazos y ha dejado en evidencia su garra cuando se trata de defender la camiseta azulgrana o la elástica azul con el gallo y las tres efes.

Su presencia sobre el césped ha sido fundamental para la selección dirigida por Didier Deschamps, inclusive en labores defensivas, algo que quedó en evidencia en el debut de Les Blues ante Alemania, uno de los choques más interesantes de la primera fase en el que se midieron los dos últimos campeones del mundo, con victoria francesa por la mínima.

En total, El Principito recorrió uno 11,1 kilómetros sobre el campo, algo poco habitual en el caso de un delantero, en un apartado en el que solo fue superado por un N’Golo Kanté que quiere extender su temporada de ensueño con el Chelsea vistiendo los colores de su nación.

 

Griezmann, fijo en el once francés

Para el técnico galo no hay dudas sobre los efectivos que dispondrá en ataque: Antoine Griezmann, Karim Benzema y Kylian Mbappé, un tridente que se perfila como una de las líneas de ataque más mortíferas de la presente edición del torneo continental, pese a que no hubo muchos goles en el debut.

Inclusive Griezmann fue capaz de apoyar a Benjamin Pavard en trabajos defensivos durante las duras arremetidas por parte de los alemanes, un dato sobre el que muy probablemente Ronald Koeman esté tomando nota pensando en la próxima temporada al mando del banquillo del FC Barcelona.