Ílkay Gündogan, 'condenado' por los aficionados turcos en Berlín

La selección de Alemania no ha podido imponerse en la visita de Turquía al estadio Olímpico de Berlín, en un amistoso internacional de preparación, en medio delclasificatorio para la Eurocopa 2024. Los de Julian Nagelsmann habían comenzado con una victoria cómoda y dominio absoluto, pero los visitantes lograron remontar antes de que acabara la primera parte, con goles de Ferdi Kadioglu y Kenan para contrarrestar el gol inicial de Kai Havertz. 

Fülkrug había puesto el 2-2 en la reanudación, pero un gol desde el punto penalti de Yusuf Sari acabó decantando la historia a favor de los turcos a veinte minutos del final. Alemania buscó, hasta el final, el gol para empatar, pero no estaban finos en los últimos metros y el orden de Turquía 'condenó' a los locales, en un partido en el que tuvieron la sensación de estar lejos de casa. 

Gündogan, señalado en Berlín

Y es que, a pesar de estar en el El Estadio Olímpico de Berlín, la presencia de aficionados turcos fue abrumadora, hasta el punto de que prevalecieron los pitidos y abucheos a lo largo del partido en contra de los jugadores alemanes. En concreto, hubo una 'caza' constante con Ílkay Gündogan. Era un partido muy particular para el jugador del FC Barcelona, pero ha terminado con sensaciones encontradas.

Además de que no estuvo cómodo sobre el terreno de juego y no pudo participar tanto, como está acostumbrado, fue duramente 'condenado' porlos aficionados turcos a lo largo del partido. Cada vez que tocaba el balón, se escuchaban los silbidos constante en su contra, durante todo el partido. Todavía no 'perdonan' al centrocampista, quien tiene raíces turcas. 

El origen de la polémica con Gündogan

Lo cierto es que hay que recordar el episodio de Gündogan cuando, hace cinco años, publicó una polémica fotografía con Recep Tayyip Erdogan, quien en aquel momento estaba en campaña para su relección. Desde entomces, las críticas en su contra y para Özil se han mantenido. En su momento, desde la federación alemanan explicaron que "la DFB respeta y entiende la situación especial de nuestros jugadores con ascendencia extranjera. Pero el fútbol y la DFB defienden valores que no son suficientemente respetados por el señor Erdogan. No creo que esta acción de nuestros jugadores haya contribuido a la labor de integración de la DFB". La comunidad turca exiliada en Alemania, en este caso Berlín, no ha perdonado.