Después de varios meses sobre los focos tras una sonora salida del FC Barcelona y una fastuosa llegada al Paris Saint Germain, Neymar ha dicho basta. Tras ser protagonista sobre el césped en el enfrentamiento amistoso de la selección de Brasil, el delantero también lo ha sido en la sala de prensa, de la que se ha marchado entre lágrimas.

Su pique con un futbolista rival y un penalti fallado en el triunfo de la 'canarinha' han quedado a un lado, aparcados por la contundencia de las declaraciones del paulista. Cuando su entrenador, Tite, defendía su carácter y que a fin de cuentas todos son seres humanos, el jugador ha dado las gracias al técnico y visiblemente emocionado, ha abandonado el lugar.

Antes, un discurso muy serio: "No me gusta este ruido, las invenciones, las historias. Molesto sí estoy con la prensa, pero no en general, las personas que creen saberlo todo y no saben nada. Sólo les pido que paren y que sean correctos. Quiero ser feliz, vine a Francia para ayudar, sumar y sé de mi papel, hago las cosas que me manda el entrenador y me incomodan todas las noticias que salen".

"Hay un hecho que me molesta, inventan un montón de historias que no son verdad: Dicen que no me llevo bien con Cavani, con mi entrenador... Es todo lo contrario porque vine con su aval y cuando llegué tuvimos una reunión, me lo dijo todo, que me ayudaría a alcanzar los objetivos", ha argumentado el de Sao Paulo, que ha finalizado diciendo "No quiero hablar nada de lo que dicen porque entonces pensarían que todo es verdad. Soy feliz, estoy molesto con la prensa y exijo que no inventen historietas".

Rumores incesantes

Las declaraciones de Neymar se producen en un momento en el que el brasileño se encuentra rodeado de rumores sobre un presunto malestar en París. Aparcada la mala relación con sus compañeros, el objetivo de las críticas era ahora su entrenador, además de señalar una posible salida con destino al Real Madrid o una vuelta al FC Barcelona