¡Un motín en Argentina podría dejar fuera a Sampaoli durante el Mundial!

El Argentina-Croacia fue un encuentro de aquellos que marcan eras, y de la misma manera que los europeos se hicieron mayores en el estadio de Nizhni Nóvgorod, los sudamericanos quedaron sumidos en una depresión que podría tener consecuencias graves. Más allá de una eliminación del Mundial que acecha, la 'albiceleste' podría quedarse sin entrenador.

Varias informaciones apuntan a que habría un motín en el vestuario y que un grupo importante de jugadores habría pedido la destitución de Jorge Sampaoli. El técnico llegó al banquillo hace unos meses como solución de emergencia, pero no sólo no ha mejorado al equipo, sino que lo ha dejaddo perdido y sin ideas, algo que quedó más claro que nunca en su último compromiso.

El de Casilda erró en el planteamiento, pero además, tras el enfrentamiento realizó unas declaraciones que le habrían acabado de enterrar. "El proyecto no prosperó, y si no prospera es difícil que funcionen los jugadores que estaban en ese proyecto", dejó caer, una frase por la que le preguntaron a un Kun Agüero que evidenció el divorcio. "Que diga lo que quiera", espetó antes de marcharse enfadado.

Las previsiones señalan que Jorge Burruchaga, mánager de la 'albiceleste', sería el encargado de tomar las riendas, algo que podría ocurrir ya contra Nigeria. Los próximos días podrían ser determinantes, y mientras todos esperan al cruce de los africanos con Islandia, hay otras cuestiones que también han llamado la atención.

Sampaoli, blanco de las críticas

Aunque a Leo Messi también le ha tocado recibir tras un partido en el que quedó aislado, en esta ocasión las críticas se han repartido en la selección argentina. Por motivos obvios, dos de los señalados han sido Jorge Sampaoli y Willy Caballero, desafortunado protagonista de la jugada que empezó a decantar el marcador hacia el bando europeo.

La prensa del país atizó con dureza a los jugadores y al técnico, al que consideran culpable de una alarmante escasez de ideas y de juego, un hecho que quedó plasmado durante la fase de clasificación, en la que ya hubo sufrimiento para lograr el billete, y durante el mismo Mundial, provocando un incendio que parece no tener fin.