El FC Barcelona volvió de manera oficial y oficiosa ante el Sevilla FC en una final a doble partido donde fue superior a su rival. Con un parcial de cinco goles a cero, los blaugranas levantaron el octavo título de la era Luis Enrique en menos de una semana. Sin embargo, este trofeo ha podido ser el más caro que ha pagado el Barça en los últimos tiempos dado que, en esos dos encuentros, ha acabado perdiendo un total de tres jugadores por lesiones.

Primero fueron Andrés Iniesta y Jeremy Mathieu los que cayeron en el partido de ida. El manchego sufría un problema en su rodilla derecha tras un fuerte choque con el defensor Mariano. El francés, en cambio, se rompía muscularmente en el dichoso bíceps femoral que tanto está afectado a los barcelonistas en las últimas temporadas. Dos y tres semanas de baja respectivamente para dos jugadores importantes en el esquema del entrenador, sobre todo el crack de Fuentealbilla.

Y no contenta con eso, la Supercopa pidió más peaje para dejarse levantar en la madrugada del miércoles para el jueves en el Camp Nou. En este caso le tocaba el turno a Javier Mascherano. El de San Lorenzo empezaba el segundo tiempo con molestias hasta que ha falta de quince minutos para el término del encuentro, y con todo ya sentenciado, tenía que tirarse sobre el césped y pedir un cambio que nunca llegó, pues estaban agotados los tres. 

El defensor deberá estar entre una semana y nueve días fuera de los terrenos de juego, lo que también es un problema para Luis Enrique de cara al debut en LaLiga. Parece que esa Supercopa de España, envidiosa de su hermana mayor, no quiso dejar a los actuales campeones empezar con buen pie. El asturiano tendrá que salir con Umtiti y Piqué, lo cual no es problema tal y como se vio en el último partido al galo, pero deberá "tirar" del filial para completar la convocatoria. Ahí es donde jugaría un papel crucial el quinto central y ahí es donde puede aparecer Marlon Santos.