Lo dijo Luis Enrique en la rueda de prensa previa al encuentro y así fue. "Debemos ser los primeros en golpear", abogaba el asturiano antes de la segunda batalla ante el Sevilla FC en esta Supercopa de España. Y en un partido donde los visitantes salieron en los primeros minutos a sorprender y tuvieron un par de buenas ocasiones, fue el Barça el que dio ese puñetazo sobre la mesa que exigía "Lucho" para sentenciar el torneo. Un gol de Arda Turan al cuarto de hora del partido acabó con las ilusiones andaluzas y seguía el guión perfecto relatado por su técnico.

Pero eso no sólo lo sabía Luis Enrique, sino que el otro crack de la banqueta rival también esperaba que las cosas fueran así, que todo se decantase con el primer equipo que materializara sus ocasiones. En este sentido, Jorge Sampaoli dio la clave de todo en la rueda de prensa posterior al encuentro: la diferencia estuvo en las áreas.

"Hubo un momento en el primer tiempo que pudimos marcar diferencias. El segundo cometimos dos errores no forzados que permitieron al Barça controlar el partido. La diferencia estuvo basada en las áreas. El Barça golpeó cuando tenia que golpear y nosotros no lo hicimos", concretó el míster argentino.

"El primer tiempo de hoy fue mejor primera mitad que la de Sevilla", sostuvo aludiendo a los elogios que su equipo había recibido el pasado fin de semana. Pero en un partido ante el mejor equipo del mundo no te vale tener un primer tiempo bueno o mejor, sino que necesitas tener 90 minutos perfectos, de matrícula cum laude para poder sobrevivir a ello.  Y el Sevilla, aunque jugó bien, de notable quizás, no llegó a la excelencia.