Lo que Xavi le ordenó a Nico, a Frenkie y a Busquets

El nuevo míster del Barcelona, Xavi Hernández, ya ha definido cómo debe jugar el Barça. En su presentación como nuevo técnico azulgrana adelantó que quería dos extremos que fueran capaces de subir en el campo. En el derbi contra el Espanyol, fue evidente que también ha pedido a los centrocampistas que jueguen más a la ofensiva. Xavi quiere que los blaugranas pisen el área rival con más frecuencia.

El Barça siguió el plan de Xavi en dicho encuentro hasta que pareció quedarse sin energía. Ilias jugó pegado a la banda derecha y Gavi comenzó a atacar desde la izquierda. Pero sorprendió que a los tres minutos Frenkie de Jong ya estaba adentrándose al área del Espanyol. Y que poco después Nico González hiciera lo mismo.

Disparos a distancia

Xavi quiere que los dos interiores estén más presentes en el ataque. El ex futbolista del Camp Nou desea que éstos tengan más asociaciones con Sergio Busquets en la creación de ocasiones de gol y se ofrezcan entre líneas para ayudar a los extremos. También quiere que intenten disparar desde fuera del área.

El papel de los centrocampistas en un equipo es algo que Xavi conoce bien y trabaja mucho. Este aspecto no se le va a pasar por alto en un Barça con problemas de pegada. Sin un delantero central en la plantilla de garantías y con dos extremos titulares lesionados (Dembelé y Ansu Fati), el técnico de Terrassa pide un plus a los centrocampistas.

Presión alta

Xavi espera que Sergio Busquets, el medio centro titular del Barça, también debe tener más presencia en el ataque. El capitán azulgrana debe que avanzar de su posición habitual para amenazar a la defensa de sus rivales y para mantener al máximo la presión cuando el rival recupere el esférico.

"Para mí, Sergio es el mejor", dijo Xavi en la rueda de prensa una vez finalizó el derbi. "Si estamos bien colocados, él sufre poco", añadió el técnico azulgrana, que reconoció que se vieron muchos problemas en la segunda parte, sobre todo en lo defensivo ya que los culés sufrieron cuando perdieron la posesión del balón.