Rakitic y Ney, la combinación que descongeló Borisov

Dos jugadas fabulosas del brasileño, sobre todo la segunda, le dieron los dos goles al croata que firmó ante el BATE su primer doblete como azulgrana. La pareja de ambos ayudó a abrir la lata ante un rival ultradefensivo que finalmente se dedicó a pegar patadas

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Apareció de improvisto pero finalmente fue decisivo en la victoria del FC Barcelona sobre el BATE Borisov por cero goles a dos en el partido correspondiente a la tercera jornada de la Champions League 2015-2016, Ivan Rakitic. El internacional croata ayudó a desatascar en la segunda mitad un partido que había tenido dominio azulgrana durante los primeros 45 minutos pero sin llegar a ver puerta.

Y lo hizo gracias a la inestimable ayuda del jugón brasileño Neymar Júnior. El 11 azulgrana se vistió de magó de las asistencias para ver en dos ocasiones al croata desmarcado. En la primera jugada, el de Sao Paolo recibió cerca de la banda izquierda, se fue en diagonal de su par y dejó un pase raso en la medular del área para que Rakitic soltase un auténtico misil que limpió de telarañas de la portería del Borisov Arena.

Un golazo de bandera tras una perfecta ejecución del jugador balcánico, que había entrado en el minuto 16 del primer tiempo tras la lesión de Sergi Roberto. Lo que rompía los planes de Luis Enrique a la hora de rotar, también lo hacía con los del entrenador bielorruso que veían como se le marchaban las pocas opciones que tenían de puntuar ante el mejor equipo del mundo.

Eso fue en el minuto 48, casi al comienzo del segundo tiempo. Pero dieciocho minutos después los mismos protagonistas volverían a repetir acción, aunque en este caso Neymar con una jugada todavía más exquisita que la anterior, llevándose a tres defensores y dando una asistencia perfecta dentro del área al 4 blaugrana, este martes de amarillo, que picaría de manera sutil ante la salida de Chernik.

Resulta curioso que Rakitic, que no iba a jugar de entrada y llevaba sin marcar con el Barça desde el 6 de junio en la final ante la Juve, fuera el hombre que decidiera con sus goles el partido en el infierno helado de Borisov. El encargado de descongelar la nevera en la que los de 'Lucho' parecían ya convertidos en témpanos. Buen día para las rotaciones debía pensar el entrenador asturiano, no sin más ironía que la de la propia vida.