El FC Barcelona consiguió sacar los tres puntos de un partido que se inició de gran manera, con buen juego y un gol de Leo Messi, pero que se acabó complicando debido al empuje del Slavia Praga y a la inoperancia del juego de los culés, que se vieron desbordados y estuvieron cerca de ver cómo les empataban.

Hay un dato especialmente significativo que ayuda a ver por qué el final del partido se decantó tanto hacia el bando de los actuales campeones de la República Checa: los quilómetros recorridos por ambos equipos. Los jugadores del Slavia Praga corrieron, en total, 14'784 quilómetros más que los del FC Barcelona.

En el tramo final del partido, se hizo evidente que el FC Barcelona estaba muy desgastado y con pocas energías, mientras que en el Slavia Praga parecía que, por capacidad física, no habían llegado ni siquiera al descanso. Los culés se vieron superados y solamente Ousmane Dembélé, que había entrado desde el banquillo, parecía estar fresco.

De hecho, en esta tercera jornada de la fase de grupos de la Champions League, el FC Barcelona fue el equipo que menos corrió de los 32 que jugaron. El Bayer Leverkusen fue el que más quilómetros recorrió (121,1), seguido por el Leipzig alemán (117,5), el Atlético de Madrid (115,2) y el propio Slavia de Praga (115,2).

En total, el Barça solamente corrió 100'4 quilómetros, siendo superado por los otros 31 conjuntos. Por encima de los culés quedaron equipos como el Club Brujas (102,6), el Nápoles (103,5), el Paris Saint-Germain (104,5) o el Chelsea (105,4). El Real Madrid, en su victoria contra el Galatasaray, corrió un total de 107'4.

El Barça, muy cansado

Si algo aprendimos de genios del banquillo como Pep Guardiola o Johan Cruyff es que no hace falta que los jugadores corran mucho, sino que lo haga el balón. Sin embargo, contra el Slavia Praga, el FC Barcelona no logró que pasase ni una cosa ni la otra, y el resultado fue un partido catastrófico. A los de Valverde se les vio cansados y pidiendo la hora ante un equipo con más ímpetu y vigor.