No es un secreto para nadie que el FC Barcelona vive una crisis económica muy delicada y que la deuda total ascendería a mil millones de euros. Con la irrupción de la pandemia, los ingresos han ido en caída libre y el club esperaría tener ganancias a partir de la temporada 2022-2023, es decir, los culés tendrán las cuentas en rojo por un curso más y ese factor puede ser clave para los planes en el futuro inmediato de la entidad azulgrana. 

En la primera auditoría realizada por Joan Laporta a su llegada a las oficinas del Camp Nou, se desveló, de manera extraoficial, que las pérdidas para esta campaña serían de alrededor de 350 millones y que, en la próxima, sería algo similar, siempre y cuando Lionel Messi continúe en el equipo. 

Lo cierto es que uno de los motivos de la complicada salud financiera de los blaugrana es la masa salarial, la más elevada de España. En el curso anterior, antes de la llegada de la pandemia y sus estragos, el Barça había presupuestado 505 millones de euros para el pago de los futbolistas, una cifra que estuvo obligada a reducirse con una rebaja salarial, hasta llegar a los 462 'kilos'. En este año, con las mismas medidas y más pagos diferidos, el total de egresos por salarios llegaría, a final de temporada, a los 335 millones. 

El aumento de la masa salarial llegó a su tope con la llegada de Josep María Bartomeu a las oficinas del Camp Nou. En su primer ejercicio como máximo mandatario azulgrana, el 2013-2014, la masa salarial era de 254 millones. Tras ese curso, comenzó cierto 'descontrol' en la entidad azulgrana y, en principio, se dispararon los salarios, que llegaron a rozar los 352 'kilos'. 

Casi inmediatamente después, llegó la renovación de Leo Messi y el fichaje de Luis Suárez. Desde entonces, la cifra fue 'in crescendo' hasta que, en este punto, se ha convertido en algo insostenible para el club de la Ciudad Condal y que pasará facturas en el futuro inmediato, sobre todo con la posible renovación de Messi y el esperado fichaje de Erling Haaland. 

Con pocas opciones

La realidad es que, con las deudas a corto y largo plazo, la elevada masa salarial y el proyecto del Espai Barça, la entidad azulgrana se queda con pocas opciones de cara al futuro. Así consiga desprenderce de algunos jugadores (con Philippe Coutinho, Samuel Umtiti, Junior Firpo, entre otros, en la puerta de salida), será muy complicado reponerse económicamente a corto plazo.

A su vez, la prioridad del Barça es renovar a Messi y, aunque su salario se vería indudablemente reducido, continuará siendo una cifra muy importante para el club que, así puedan dividir o difererir, continuará siendo un determinante para el club.

En el mismo punto, todo apunta a que las rebajas salariales seguirán por más tiempo y, siendo honestos, sería inexplicable para los jugadores ver sus sueldos reducidos considerablemente, para después ver al club realizar varias inversiones importantes en el mercado de fichajes, siendo el caso concreto de Erling Haaland y sus 150 o 180 millones.