Son pocas las lecturas positivas que puede hacer el FC Barcelona después de su eliminación, por segundo año consecutivo, de la Europa League. Si bien el equipo compitió y mostró una versión muy inteligente en la primera mitad, acabó cediendo y 'cayendo' drásticamente en la segunda mitad ante los ajustes del Manchester United. Ronald Araújo y Andreas Christensen fueron los únicos que 'invitaron' a soñar. 

Después del experimento sin éxito de Xavi Hernández en el partido de ida, con Ronald Araújo de lateral diestro y la pareja de centrales de Jules Koundé y Marcos Alonso, con Jordi Alba en la banda zurda porque quería 'sorprender' a los ingleses, el entrenador entendió que era mejor apostar por lo que mejor venía funcionando. Christensen y Balde volvieron a la titularidad y el charrúa y francés intercambiaron posiciones. 

Esa ha sido la línea defensiva más solvente del Barça en lo que va de temporada y contra el United, a pesar de que no fue suficiente para la clasificación, se notó. El '4' estuvo muy acertado y, sobre todo en la primera mitad, fue 'insuperable': No falló en los pases y encontró en Christensen, una vez más y como siempre, un socio ideal para los duelos aéreos. 

Los pilares del Barça

La historia tuvo continuidad en la segunda mitad, a pesar de que el United estuvo mucho más peligroso y sumó varias oportunidades para 'atormentar' a la defensa azulgrana. Araújo, tras salida de Weghorst en el descanso, tuvo de rival directo a Marcus Rashford, quien en la ida había sido el 'enemigo' principal de los culés. 

Si bien el inglés tuvo ocasiones y mucha más movilidad en la segunda parte, contra Araújo no tuvo éxito en ninguna ocasión. Fue una actuación muy positiva, a pesar de que no ha sido suficiente. Eso sí, queda por escrito que este Barça no puede darse el 'lujo' de cambiar lo que ha demostrado que funciona.