Considerando que los objetivos no fueron alcanzados ante los rivales directos, se antoja difícil de esperar que el FC Barcelona pueda aprobar el examen final. Los de Ronald Koeman solo han sumado un triunfo contra sus rivales directos en la lucha por el título de LaLiga: 0-2 en la segunda vuelta contra el Sevilla, mientras que en la primera no pasaron del empate en el Camp Nou (1-1).

Dos derrotas dolorosas frente al Real Madrid, 1-3 en el Camp Nou y 2-1 en Valdebebas; derrota por la mínima (1-0) en el Wanda Metropolitano, y este último choque sin goles contra los colchoneros en la propia casa del conjunto azulgrana, en medio de una reñida lucha por el liderato del torneo que, por ahora, le dejó la mesa servida a los de Zinedine Zidane en su camino por el bicampeonato.

El Barça tuvo en sus manos la posibilidad clara de dar un golpe sobre la mesa para darle vuelta a la clasificación. A cuatro jornadas para el final de LaLiga, los de Koeman recibieron al Atlético de Madrid en el Camp Nou y no lograron finalmente mover el marcador. Una victoria les habría situado muy cerca de alcanzar el título. Sin embargo, con el empate cosechado este sábado torna un panorama muy desfavorable para titularse.

Al cuadro azulgrana le restan aún nueve puntos por disputar (Levante a domicilio, Celta de Vigo en el Camp Nou y Eibar en Ipurua). A priori, deberán enfrentar tres compromisos asequibles; pero si algo ha demostrado el torneo durante esta temporada, es que ningún equipo puede confiarse en lo más mínimo, sin importar el rival con el que se mida.

El Barcelona ya no depende de sí mismo para alzar el título liguero. Restará esperar por el resultado del compromiso de este domingo entre el Real Madrid y el Sevilla, que se verán las caras a partir de las 21:00h en el estadio Alfredo di Stéfano. De momento, el Atlético de Madrid comanda LaLiga con 77 puntos, seguido del Barça con 75 y del Real Madrid, con 74. El conjunto blanco, con un partido menos, está a un paso de convertirse en los nuevos líderes si vences al conjunto hispalense, dado que tienen el goal-average favorable respecto a los colchoneros.

Respuesta deficiente en partidos importantes

La sensación que genera el FC Barcelona ante los rivales de peso es que se empequeñece, que le falta ímpetu para verse superior en los 90 minutos. La vergonzosa eliminación en la Champions League a manos del Paris Saint-Germain es prueba de ello: 0-4 en el Camp Nou y un insuficiente 1-1 en la capital francesa. También fue dolorosa la caída ante la Juventus (0-3) en la fase de grupos. E incluso el 2-3 frente al Athletic Club en la final de la Supercopa de España, cayendo en la prórroga.