Fallos de concentración, poca contundencia… Los grandes males del Barça en defensa

El FC Barcelona parece haber comenzado a decirle adiós de manera definitiva a LaLiga después de dejar dos puntos en el camino este domingo ante el Granada (3-3). Los culés no pudieron con el segundo 'peor' equipo de la competición en el Lluís Companys, pero además hicieron gala de todos los errores que le tienen a diez puntos del liderato y casi despidiéndose de repetir como campeón, a mediados de febrero.

Y es que en este jornada 24, el Barça ha dejado en evidencia como sus fallos de cara a portería, ya sea para finalizar la jugada o para tomar esa decisión clave que se necesita para dejar liberado al jugador mejor posicionado, pero por supuesto no fueron los únicos problemas. La concentración que un equipo 'top' debe tener en todo momento, sobre todo cuando se está jugando seguir compitiendo por un título, parece estar muy lejos de volver al equipo de Xavi Hernández y los goles encajados así lo reflejaron.

El Barça no es capaz de mantener al 100% de lo que le pide el partido

El Barça parecía que se marcharía al descanso con un 1-0 sin demasiados problemas y al 43' todo cambió. De allí en adelante la situación solo fue empeorando para un Barça que vio como un débil Granada era capaz de remontarle a los pocos minutos de iniciado el segundo tiempo, y una vez fue capaz de hacer el 2-2, llegó otro gol del equipo andaluz casi sin esfuerzo. Algo que además casi se repite cuando los culés lograron el 3-3, pero finalmente Ter Stegen lo evitó en aquel momento.

Dentro de toda esta lectura de falta de intensidad, y también de contundencia a la hora de poder definir un partido -ya sea en ataque o defensa-, o simplemente poder controlarlo en momentos clave, también entra en juego la crisis de fútbol que atraviesa el equipo. La salida de balón del equipo catalán, para sorpresa de muchos, es cada vez peor. Un entrenador como Xavi, que cambió el fútbol en el club y en el mundo, no ha podido transmitir el mensaje a pesar de tener los interpretes correctos para ello, o al menos así lo pareciera cada fin de semana.

La falta de presión termina evidenciando mucho más la mala circulación del balón

 El problema de juego del Barça comienza desde ese primer pase que Ter Stegen cada vez entrega peor, o Iñaki Peña cuando estuvo, con un Cubarsí que ha ido de más a menos en ese aspecto, un Frenkie de Jong que intenta solucionarlo con sus conducciones, pero poco más sucede a partir de allí. A pesar de la calidad de sus jugadores, el Barça no es capaz de crear jugadas de manera constante saliendo desde su área y además le suma a ello la poca intensidad para poder recuperar alto y poder saltarse ese punto del juego en algunos momentos.

En casi cualquiera fase defensiva el equipo carece de intensidad, y además se le observa demasiado largo y poco trabajado a nivel de coberturas. Claramente las lesiones han tenido un impacto, pero también es cierto que esta temporada ha sido un problema simplemente recurrente. Más allá de los nombres, en partidos como el de este domingo, o el de la Supercopa ante el Madrid, o el del 3-5 ante el Villarreal, muchas veces no hay pivote yendo a tapar la entrada al área, los centrales tampoco suelen cubrir de manera correcta a los laterales, una situación que también se repite con los Interiores de turno.