Los azulgranas consiguieron un amargo empate (1-1) contra un Deportivo Alavés que tampoco requirió de mucho trabajo para sacar este resultado en el Camp Nou. Este resultado provocó el enojo de los aficionados que fueron a ver el partido. Incluso le dedicaron muchos silbidos y pitadas a Philippe Coutinho. Para nadie es un secreto que el brasileño no se encuentra en su mejor momento con el Barcelona

El centrocampista tuvo que entrar en el lugar de Sergio Agüero luego de que éste experimentara dolores en el pecho que ameritaron su retirada del campo. En cuanto salió al césped Coutinho recibió una fuerte pitada de las gradas. La desconfianza de los aficionados hacia el futbolista, y que es el fichaje más caro que el club ha hecho hasta ahora, es imposible de ocultar, por lo que no dudan en expresar su descontento con éste.

De más a menos

A pesar de los silbidos, el ex del Liverpool dejó algunas jugadas positivas en la segunda mitad de la cita. Tuvo una ocasión clara en la que realizó un tiro al arco del Alavés, pero que fue detenido por Antonio Sivera.

Hubo mucha intención de su parte, pero se fue diluyendo con el transcurrir de los minutos. La frustración del internacional con Brasil era tan evidente que se le llegó a ver disparando fuera del área, pero sin estar en una posición idónea para que su tiro fuera directo al arco del Alaves. Esto solo contribuyó a despertar los pitos de los espectadores en el Camp Nou. Los minutos fueron pasando y Coutinho se diluía cada vez más hasta que el partido terminó.

Otros pitados

Ahora, el centrocampista brasileño se suma a la lista de futbolistas azulgranas a la que los aficionados han expresado su rechazo mediante pitos y silbadas. El primero fue Samuel Umtiti, seguido de Sergi Roberto en el debut del Barcelona en Champions ante el Bayern Múnich en el propio Camp Nou.

Incluso Koeman, antes de ser depuesto del cargo de entrenador, recibió mucho más que una pitada por parte de los aficionados del club. Cuando salía del Barcelona-Real Madrid desde su vehículo fue increpado por un grupo de aficionados que le exigían su renuncia como entrenador.