A pesar de la dura lesión que sufrió hace casi un año y que le mantuvo alejado de la actividad por 10 meses, Ansu Fati se ha convertido en uno de los jugadores jóvenes con mayor proyección en Europa y ha despertado el interés de varios clubs que desean hacerse con su ficha.

Incluso antes de su explosión, el hispano-guineano había captado la atención del Niza, según informa Grand Hotel Calciomercato. De hecho, la operación estaba bien encaminada y el acuerdo estaba prácticamente cerrado tras las conversaciones entre las partes en noviembre de 2018.

Además, los representantes del equipo galo habían viajado a la Ciudad Condal para hacerse con los servicios del canterano. Para la fecha, ambos clubs ya tenían otras negociaciones en curso, como el traspaso de Jean-Clair Todibo, que sí llegó a concretarse finalmente.

 

Un documento cambió el destino de Ansu

Bori Fati, padre del jugador, había posado con la camiseta de los ‘aguiluchos’ que ya estaba estampada con el nombre de su hijo sobre el dorsal ‘9’. No obstante, la operación se torció después de que el jugador no recibiera a tiempo su pasaporte comunitario, lo que lo obligaba a continuar en España para obtenerlo.

Posteriormente, el delantero comenzaría a mostrar su mejor faceta, lo que le llevó a firmar su renovación con el Barça en julio de 2019, un contrato que incluía una cláusula de rescisión con un importe de 100 millones de euros. Otros equipos, como el Chelsea, la Juventus o el West Ham también se interesaron por su ficha para entonces, pero el equipo azulgrana le terminó ‘atando’.