El FC Barcelona necesita de mucha magia para volver a lo más alto en todas las competiciones. Aunque la mejoría de los de Ronald Koeman es más que evidente, sigue sin ser suficiente para competir en Europa, un aspecto que el nuevo presidente blaugrana, Joan Laporta, intentará remediar de inmediato. Para ello, tiene en marcha un proyecto deportivo en el que habrán muchas salidas, pero también la llegada de ciertos 'cracks' con los que sueña el barcelonismo y, más importante aún, la posible renovación de los jugadores más importantes de la plantilla. 

Para el máximo mandatario catalán la renovación de Lionel Messi es lo más primordial. Ya en su investidura como presidente del Barça apuntó que "intentaré convencer a Messi para que se quede", por lo que ya habría trazado un plan para presentarle al argentino, quien continúa debatiéndose su futuro. Sin embargo, Laporta es positivo al respecto y hará todo lo necesario para mantener por unos años más a 'La Pulga' en el Camp Nou. 

Lo cierto es que Messi es uno de los tres jugadores en los que piensa Laporta como la base de su 'revolución' en Can Barça, con muchas razones. El astro de Rosario, a sus 33 años, continúa siendo un jugador imponente, determinante, creativo y con poco margen de fallo de cara a la portería rival. Además, sigue siendo el motor del equipo y uno de los grandes responsables del buen momento que vive el FC Barcelona en Liga y Copa del Rey. 

Pero Leo no es el único en el que Laporta piensa, aunque sí es el más importante. El abogado catalán en diferentes oportunidades se ha referido a la importancia que tiene Ousmane Dembélé para este Barça y buscará renovarle a toda costa, ya que su contrato vence en el verano de 2022 y, hasta ahora, no han existido conversaciones sobre una posible extensión del acuerdo.

El francés ha recuperado su mejor fútbol y cada vez es más importante en el planteamiento de Koeman por su explosividad, desborde y gran velocidad. Su único fallo, al menos en la última semana, ha sido la definición de las jugadas, un aspecto que debe mejorar sin lugar a dudas. 

Erling Haaland es el último nombre con el que Joan Laporta cuenta para llevar a cabo su revolución blaugrana. El nivel de juego del delantero noruego ha impresionado a toda Europa y sería un gran alivio para un problema que ha sido recurrente en el Barça; la falta de gol. Haaland ya ha demostrado en el Borussia Dortmund que se le 'caen' los goles del bolsillo y que es un jugador que puede ser importante en el terreno de juego. Su poderío físico, velocidad e inteligencia lo convierten en el gran deseo de cualquier equipo, incluído el cuadro azulgrana. 

A pesar de ello, su fichaje no es tan sencillo. Tiene contrato con los 'negriamarillos' y será muy difícil que abandone el Signal Iduna Park este verano por una cifra menor a 150 millones de euros, un monto que, evidentemente, el FC Barcelona no está en condiciones de asumir por la delicada crisis económica por la que atraviesa el club. En este punto, la amistad entre Laporta y el agente de Haaland, Mino Raiola, será clave para conseguir un acuerdo. 

Los 'sacrificados' del vestuario

El FC Barcelona tendrá que hacer caja si quiere salir al mercado y tendrá que poner a la venta a varios jugadores si quieren financiar el fichaje de Erling Haaland, además de cubrir los salarios de jugadores que pueden aterrizar en la Ciudad Condal gratuitamente (como Eric García o Memphis Depay), al mismo tiempo de asegurarse de no recibir una sanción de la UEFA por Fair Play Financiero.

En esta línea, hay varios jugadores cuyo desempeño no ha 'convencido' a Joan Laporta y podrían encontrarse en la rampa de salida del Camp Nou de cara a la ventana de transferencias de este verano. Algunos de los nombres que podrían darle grandes beneficios económicos al Barça son el de Antoine Griezmann, Martin Braithwaite, Miralem Pjanic o Philippe Coutinho que, sumados a las posibles salidas de Junior Firpo o Samuel Umtiti, permitirían a los blaugrana aliviarse financieramente.